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Ligeramente astringente y con un final característico típicamente italiano, así es el Chianti. A pesar de que los vinos elaborados con la uva Sangiovese en California, Argentina y Australia son más suaves y finos que en la Toscana –algunos californianos resultan realmente inspiradores- no son Chianti y de estos hablaremos en esta ocasión.
La calidad del Chianti es el resultado del conocimiento milenario y gran tradición para la vinificación, desde los etruscos el vino de Chianti ha tenido una gran importancia, el nombre “Chianti” es de uso corriente desde el siglo XIII época en que funda la Liga con el mismo nombre y que se vinculada a las colinas cercanas a Radda, Gaiole y Castellina.
La antigua receta -método de “governo”- se atribuye al Barón Bettino Ricasoli que consistía en una primera y rápida fermentación de uvas y una segunda que se añadía un “governo” hecho con el mosto del colorido, esto hace crecer el contenido de glicerina dando al vino el sabor amable y delicado que conocemos. Para la elaboración del Chianti se utiliza la uva Sangiovese en un 70%, Canaiolo Nero en 15%, 10% de variedades blancas como Trebbiano toscano y Malvasia del chianti, y 5% de otras clases de vides que podrían ser Cabernet y Merlot.
Con cerca de un millón de hectolitros por año el Chianti es el vino de mayor producción en Italia, son tintos no muy pesados pero con carácter que comparten como base común la Sangiovese de maduración tardía, crecimiento resistente y tipicidad ácida y tánica con afrutado de ciruelas y cerezas, un toque a hoja de tabaco y un sabor fuerte con un ligero acento de cuero que dan por resultado una graduación alcohólica de 12 grados.
La vinificación, la preservación, el envejecimiento y el embotellamiento tienen que ocurrir dentro de la zona de la producción. Un ” Gallo Negro” es la marca registrada que garantiza una botella de vino verdadero de Chianti. Para tener ese distintivo en la etiqueta, los productores tienen que pasar el vino a través de un riguroso proceso. Dos clases de vino están disponibles en el mercado: “Normal” y ” Reserva”, el Normal es Chianti Classico etiquetado con un “Gallo Negro” rodeado por el círculo rojo, el “Reserva” también conocido como Vintage Chianti se etiqueta con la marca registrada antigua rodeada por el círculo de oro y se produce con las mejores uvas que después de un mínimo de 27 meses de envejecimiento dan al vino un sabor fuerte especial.
El color de Chianti es rojo rubí con tendencia a un rojo granate cuando envejece, su sabor es armónico, seco, suculento, levemente tánico, con un aroma intenso vinoso y de vez en cuando un olor a violetas. El vino de Chianti puede acompañar acompañar todos los alimentos, pero es perfecto con carnes rojas a las brasas, el Reserva se combina idealmente con queso. Si ha adquirido uno de estos guárdelo con cuidado en posición horizontal, en un lugar sin humedad lejos de fuentes de calor. Sírvalo a una temperatura de 16 a 18 grados y ábralo unas horas antes de consumirlo o decántelo, vivirá una verdadera experiencia.
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