Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 55 segundos
El Sistema de Control de Precios Máximos de venta al público fijado por la Comisión Reguladora de Energía (CRE) a partir de agosto ha provocado que las 1,292 plantas de distribución que hay en el territorio nacional enfrentan condiciones “adversas” en materia de cobertura y de nivel de servicio, aseveró el lunes la Asociación Mexicana de Gas (Amexgas).
La organización de gaseros con más peso en el País afirmo que esto es reflejo de los cierres de las rutas de reparto, el desempleo que agobia a la actividad, así como falta de inversiones estratégicas para garantizar el abasto a nivel nacional, ante la incorporación de las medidas de la autoridad.
Antes de que las consecuencias desborden, dijo, solicitaron formalmente una reunión con la CRE y con la Secretaría de Energía (SENER) y revisar el modelo económico de precios máximos con el fin de encontrar una estrategia integral que permita brindar las condiciones necesarias que garanticen la distribución y el abasto de este servicio básico.
“En México hasta hace un mes existían 35 mil rutas de reparto y 4,700 estaciones de servicio, mediante las cuales se realizaban más de un millón de servicios diarios en los hogares, en ciudades, rancherías, así como en comercios, hospitales, tortillerías, panaderías, hoteles, restaurantes e industrias.
“Debido a la situación actual, la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas Licuado de Petróleo y Empresas Conexas (Amexgas) estima que ya han cerrado aproximadamente un 10% del total de las rutas en el país, situación que podría agravarse en los próximos días”, aseveró la organización en un comunicado.
El modelo económico de precios máximos que establece la CRE debería reflejar la realidad de los costos de operación de las empresas distribuidoras con el objetivo de evitar que se sigan cerrando más rutas, exigió también la Amexgas.
“De no hacerlo”, indicó, la “situación podría afectar el suministro de este vital e importante energético en el 80% de los hogares mexicanos y en millones de pequeñas y medianas empresas que requieren del abasto diario de este vital producto para sobrevivir y mantenerse en operación”.
México produce el 40% de gas licuado de petróleo y, para cubrir el abasto de manera suficiente tiene que importar el 60% del gas LP restante; la escalada internacional de precios del energético, asegura la Amexgas, ha impactado los precios.
Analistas han considerado que los precios seguirán con presiones al alza en los próximos meses por la cercanía de la temporada de invierno, razón por la cual se hace urgente definir una “estrategia integral efectiva” que contemple los precios de Pemex, precios de venta al público y los costos reales de la distribución.
“De continuar operando con un modelo de precios alejado de la realidad económica, se incrementa sustancialmente el riesgo de continuar eliminando zonas de reparto por la incosteabilidad económica, generando con ello más desempleo, menos inversiones en infraestructura, más desabasto y fomentando con este escenario el incremento del robo de gas, la inseguridad y distribución ilícita del producto, afectando principalmente a la población consumidora”, aseguró.
En su postura ante el problema, el gremio gasero representado por la Amexgas señaló que es necesario realizar operativos para combatir la distribución ilícita que opera con absoluta libertad, construir un modelo económico y operativo sustentable y con bases realistas y establecer condiciones de certeza jurídica y económica para fomentar la actividad económica y el empleo.