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Con la extensión territorial más larga del mundo, Chile es uno de los pocos lugares en los que se puede pasar del desierto a los glaciares y del mar a las montañas sin salir del país. Su producción vitivinícola le ha valido fama mundial, y desde hace algunos años se ha posicionado también como destino de negocios. El turismo de reuniones le reportó a Chile más de 66 millones de dólares durante 2010.
Más de cuatro mil 300 kilómetros de extensión territorial sobre la costa del Océano Pacífico le dan privilegios naturales exclusivos a Chile. Visitar este país de América Latina permite disfrutar, al Norte, de caminatas por el desierto de Atacama, el más árido del mundo; al Sur, de excursiones por la zona de hielos perpetuos en la Patagonia; al Oriente, contemplar la altura de los Andes; o al Occidente, tomar un apacible descanso en la playa. Un destino favorable para viajes de placer y de negocio.
Para fines turísticos, Chile se divide en cuatro regiones: Zona Norte, Zona Central, Zona Sur y la Patagonia.
En la Zona Norte, característica por su aridez y desiertos, hay cinco puntos turísticos: la región de Arica y Parinacota, la de Tarapacá, la de Antofagasta, la de Atacama y la de Coquimbo. En la región de Antofagasta el desierto de San Pedro de Atacama es un sitio obligado para los amantes de lo extremo. Este desierto, considerado el más árido del mundo, permite largas caminatas y la práctica de sandboarding en las dunas del Valle de la Muerte.
En la Zona Central hay cuatro regiones que a pesar de su cercanía ofrecen una diversidad de atractivos diferentes: la región metropolitana, la de Valparaíso, la del libertador Bernardo O’Higgins y la del Maule. En la zona metropolitana se encuentra Santiago, la capital de Chile y el punto neurálgico de la actividad económica de este país de América del Sur. Durante los últimos años, Santiago ha despuntado por el turismo de reuniones de negocios. Este tipo de turismo representó el 4.5% de las entradas totales por concepto de turismo en 2010.
Además, en la región de Valparaíso, se encuentra la ciudad de nombre homónimo, declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Cultura y las Artes. Se puede arribar a esta playa por metro o autobús, en tan sólo una hora y media. A la misma distancia se encuentra Viña del Mar. Éste es uno de los destinos preferidos por el Festival Internacional de la Canción que se realiza anualmente desde hace 52 años. La quinta Vergara es el escenario que cada febrero es testigo de este espectáculo de convocatoria internacional.
La Isla de Pascua, famosa por sus más de 600 esculturas milenarias de piedra es también un destino obligado en la zona Central de Chile. Además, existe la posibilidad de explorar las cavernas, bucear y practicar surf. La experiencia en Isla de Pascua está completa.
La Zona Sur se divide en cuatro regiones: la de Bío Bío, la de la Araucanía, la de los ríos y la de los lagos. En la región de la Araucanía se encuentra Temuco, ciudad de extraordinarios paisajes y riqueza natural. El ícono de la ciudad es el cerro Ñielol considerado reserva natural de flora y fauna, y el volcán nevado de Llaima.
La Patagonia clasifica sus destinos turísticos en dos regiones: la región de Aysén y la de Magallanes. A dos horas y media en avión, saliendo de Santiago, está puerto Aysén; el atractivo que cautiva a sus visitantes son sus témpanos de hielo flotantes en las aguas de la Laguna San Rafael. Ese espectáculo es contrastante con las termas de Chilconal con agua a una temperatura aproximada de 34 grados centígrados. Los turistas que llegan a esta región de la Patagonia no pueden evitar visitar estas termas con fines terapéuticos.
El Parque Nacional Torres del Paine es un destino más de la Patagonia que ofrece la posibilidad de hacer cayac en glaciares. Para llegar a este gélido destino es preciso tomar un vuelo desde Santiago, con una duración aproximada de cuatro horas y 15 minutos. Por ser un área protegida, el acceso al parque tiene un costo que oscila entre ocho mil y 15 mil pesos chilenos.
La moneda corriente en Chile es el peso chileno; de acuerdo al tipo de cambio, un dólar equivale, aproximadamente, a 500 pesos chilenos.
A decir de Gerardo Miguel Guzmán, subdirector comercial de Pro Chile en la embajada de Chile en México, las economías de México y Chile son complementarias. Es decir, la producción de ambos países, debido a la diferencia de estaciones (cuando es verano en México, en Chile es invierno) favorece las importaciones y exportaciones. Tan sólo en lácteos, México representa el 51.8% de las importaciones de estos productos chilenos.
Así como es basta la diversidad natural debido a su extensión territorial, Chile también ofrece una amplia gama de sabores en su gastronomía. Los platillos chilenos son ricos en productos del mar y vegetales, no se descartan las carnes y por supuesto el vino.
La principal garantía de los alimentos chilenos son las fronteras naturales del país. Con el desierto más árido del mundo al Norte, gélidos glaciares al Sur, la cordillera de los Andes al Oriente y toda una frontera de litorales al Occidente, la siembra de sus productos se mantiene a salvo de plagas y conserva sus sabores y propiedades de manera natural. Estas condiciones le permiten ser considerado a Chile como una isla sanitaria.
La prosperidad de la actividad vitivinícola obedece a los distintos climas y condiciones naturales de Chile. Los valles productores son: Elqui, Limarí, Choapa, Aconcagua, Casablanca, San Antonio, Maipo, Colchagua, Cachapoal, Curicó, Maule, Itata, Bío Bío y Malleco. Las principales variedades que se cosechan son Cabernet Sauvignon, Chardonnay, Sauvignon Blanc, Merlot, Carmenere, Syrah, Pinot Noir y otras variedades.
La experiencia de visitar Chile es completa. Ya sea al Norte o al Sur, todos los destinos ofrecen posibilidades de diversión y esparcimiento para los visitantes que buscan turismo cultural, de aventura, de sol, playa o de negocio.
*Datos aproximados
Requisitos legales: Pasaporte
Tiempo de vuelo saliendo desde México: 10 horas
Boleto de avión (redondo): Mil 600 dólares
Hospedaje por una semana: 500 dólares en hotel de tres estrellas
Gasto diario promedio: 150 dólares
Recomendación gastronómica: Frutas de temporada y vino de la variedad Carmenere
Destinos recomendados: Isla de Pascua, desierto de Atacama y la Patagonia