Elevadas tasas de interés, factor externo y elecciones llevarán a menor crecimiento en 2024

Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 55 segundos

Tras el resultado del crecimiento del PIB de México a una tasa de 3.2% el año pasado, expertos apuntaron que el elevado costo del crédito por políticas monetarias restrictivas, un menor crecimiento en EUA, y el ruido causado por las elecciones presidenciales de 2024 impactarán la economía nacional en el periodo, cuando tendrá una menor expansión.

 

La economía mexicana tendrá un año complicado debido al alto costo del crédito, por la desaceleración prevista en EUA -su principal socio comercial-, y por el ruido de las elecciones presidenciales del 2 de junio, que afectará la demanda interna en términos de inversión, entre otros, cuando apenas el año anterior representó el motor del progreso.

El jueves, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dio a conocer que en 2023 la economía nacional creció a un ritmo de 3.2% inferior a la tasa de 3.9% de 2022, y al 3.4% esperado por analistas, aunque fue bien recibido.

Para 2024, la expectativa es que la tasa de crecimiento se reduzca a 2.4%, con un rango de estimación que va desde un 1.8%, hasta un 3.1%.

Citando cifras oportunas dadas a conocer previamente, el Banco de México (Banxico) calificó una tasa del PIB del 3.1% para 2023 como de un “crecimiento robusto”, mientras varios analistas mostraron sorpresa de no ver tasas negativas en la última parte de ese año, y en su lugar incorporar un avance trimestral de 0.1% frente al tercer trimestre.

Sin embargo, la expansión del PIB a tasa anual fue del 2.5%, lo que reflejó la pérdida de dinamismo desde el 3.5% alcanzado entre julio y septiembre o el tercer trimestre.

Las minutas de la más reciente reunión de política monetaria del banco central, reveladas hoy, arrojaron que pese al tropiezo del último tramo de 2023, se espera que la actividad económica del país recobre su dinamismo en la primera mitad de 2024, estimulada por un gasto en la inversión pública por un repunte fiscal histórico, dando impulso a las actividades productivas.

INEGI también dio a conocer el jueves el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) de diciembre, clave para entender la trayectoria del PIB, que mostró una contracción de 0.05% mensual, y que pasó de 2.7% a 2.1% a tasa anual.

La variación promedio mensual anualizada de los últimos tres meses de 2023 del IGAE resultó negativa en 2.5%.

Con cifras originales, expresadas sin el efecto calendario y las que toma en cuenta el mercado en sus proyecciones, el IGAE moderó su ritmo de 2.3% de diciembre de 2022 al 1.1%, lo que no ocurría desde octubre 2021.

Gabriela Siller, directora de análisis económico de Grupo Financiero Base dijo que si bien la evolución del IGAE coloca solamente 0.62% de los máximos reportados recién en septiembre pasado, muchos de sus componentes muestran “rezagos considerables” respecto de sus máximos.

De esta forma, las actividades secundarias relacionadas con la minería y los servicios públicos mostraron niveles de 26.50% y 28.20% menores a sus máximos históricos; la minería alcanzó si pico en diciembre del 2005.

Las manufacturas, por su parte, presentan un retardo de 2.34% frente a sus máximos de diciembre del 2022, mientras que la Construcción, apuntalada por las obras del Sector Público en la parte no residencial, exhibió atrasos de 3.38% respecto a su pico, alcanzado apenas en octubre pasado.

Cautelosos

Las proyecciones de la economía hechas por el banco central no fueron compartidas por todo el mercado.

Iván Arias, Rodolfo Ostolaza y Fernando Monreal, de Citibanamex, estimaron que la demanda interna seguirá desacelerándose este año a medida que las condiciones del mercado laboral -hoy apretadas- se relajen, que las tasas de interés reales permanezcan altas y que la inversión pública se estabilice.

“Vemos la balanza de riesgos ligeramente sesgada a la baja debido al lento dinamismo del cierre de 2023 y un posible `aterrizaje forzoso´ de la economía estadounidense, mientras que los principales riesgos al alza están asociados a la consolidación de las tendencias de relocalización (nearshoring)”, señalaron.

Citibanamex prevé que la economía mexicana crezca este año a una tasa de 2.2%, por debajo de la del consenso, de 2.4%,

“Prevemos que el crecimiento del PIB se modere en 2024 a 1.9%, producto de un menor crecimiento económico externo y una política monetaria restrictiva”, dijo por su parte Alejandro Saldaña, del banco Bx+.

Estrategas de inversión y organismos internacionales han ajustado sus perspectivas de crecimiento global para este año por una serie de factores, donde resalta la postura restrictiva de los bancos centrales por encarecer el costo del crédito y conflictos Geopolíticos.

En México, de acuerdo con el Sistema de Información Económica de Banxico, los créditos bancarios hacia los consumidores, con una tasa referencial del 11.25%, situaron también en 2 dígitos. De ellas, la más alta es la de créditos personales, con niveles de 49.25% para el periodo de septiembre a octubre del año pasado.

Saldaña coincide que la inflación y las tasas de interés, pese a que bajarán este año, se mantendrán elevadas, erosionando el poder adquisitivo y el acceso al crédito de los hogares.

Aunque en fechas recientes se han incrementado las probabilidades de un aterrizaje suave para la primera economía mundial, Estados Unidos, no se descarta la expectativa de una recesión moderada para el primer semestre de este año, con consecuencias directas para México en términos de comercio exterior, remesas y Turismo.