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La Secretaría de Hacienda encargada de su diseño, conoce que los pronósticos no se cumplirán, por lo que silenciosamente prepara el mayor endeudamiento como porcentaje del PIB, no visto desde 2014, y el mayor déficit público desde 1990
Las prioridades políticas, sociales y económicas plasmadas en el Paquete Económico 2023 anticipan un tramo de riesgos fiscales, endeudamiento, concentración de programas sociales, debacle en salud, favoritismo en la inversión física y gasto a discreción de las empresas públicas, sentenció la firma experta en la revisión del desempeño de las Finanzas Públicas, México Evalúa.
El think tank sostiene que la principal premisa es la cercanía de las elecciones presidenciales del 2024, donde la suerte está echada para el quinto año del Gobierno Federal; “Por ello”, indica, “el Gobierno busca contar con un presupuesto generoso para ´quedar bien´ con la mayoría de actores, por lo menos en el papel.”
“Es obvio que el gasto se programó con miras electorales.
“Las Pensiones de Adultos Mayores concentrarán el 35% del gasto en subsidios, todo un| récord histórico, y la clasificación geográfica de los recursos será más opaca, lo que facilitará el gasto discrecional y clientelar”, aseguró la firma experta en un documento dado a conocer el miércoles, soporte de una conferencia ante medios.
Rebasados
Además, para justificar el nivel de gasto total previsto para el próximo año, que rebasa los 8 billones de pesos, la Secretaría de Hacienda estima ingresos optimistas a partir de un crecimiento económico, producción de petróleo e inflación que sobrepasan por mucho las expectativas del grueso de los analistas, refiere.
Para 2023, la mayoría de los otros programas sociales quedarán estancados o tendrán recortes.
De esta forma, uno de los gastos sacrificados “que da más pesar” es el orientado a la salud de las personas sin seguridad social, y donde el presupuesto conjunto del Insabi y del IMSS-Bienestar sufrirá un recorte.
El Gobierno Federal también propone liquidar la reserva del Fondo de Salud para el Bienestar (Fonsabi), que cubre las enfermedades de alto costo como cáncer o VIH/sida, “sin explicar en qué la usará y cómo se financiarán estas enfermedades”.
México Evalúa apunta que otros proyectos “sacrificados” serán los programas con perspectiva de género donde de los 11 programas específicos para mujeres (dentro del Anexo 13) para la Igualdad entre Hombres y Mujeres, tendrán recortes frente a 2022 y nueve caerán frente a 2018.
El equipo de especialistas del think tank recuerda que en los primeros años del sexenio encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador “se pudo evitar echar mano de un colchón de deuda porque se consumió el 97% del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP)”, que no se volvió a restablecer. Aunque dentro de este presupuesto se propone una estrategia de recapitalización del mismo, este “será insuficiente”.
Alertas
A pesar de que los últimos datos del Sistema Nacional de Seguridad siguen señalando graves faltantes en Seguridad Pública en México, el Presupuesto de 2023 recorta el gasto en esta materia “lo cual hace evidente lo poco que se toman en cuenta las demandas de los mexicanos a la hora de programar el gasto”, advierte México Evalúa.
Aunque para Seguridad Pública se apuesta por un incremento de 6.6% frente a 2022, el monto aún está por debajo del gasto promedio observado entre 2012 y 2022.
Además, la brecha presupuestal entre instituciones de seguridad civiles y militares se incrementará, mientras se mantiene el injustificado abandono al gasto federalizado en seguridad pública.
“Por desgracia, no hay elementos que nos persuadan de juzgar que la apuesta por ahorcar a las policías civiles para perpetuar la militarización se profundizará en 2023”, advierte.
A su vez la inversión pública crecerá, pero su mala composición inhibirá sus posibles beneficios, agrega el think tank especializado.
En este renglón se plantea favorecer la inversión en proyectos poco rentables y en pocas entidades federativas. Para 2023 se promete una inversión de 1.1 billones, 21.7%, esto es, un monto 196,000 millones de pesos (mdp) más que en 2022, el más alto
Por sector económico sólo Transporte (Tren Maya) y Energía (Pemex) tendrán avances relevantes, mientras que 15 de 25 sectores caerán frente al promedio histórico.
“Finalmente, las dos principales empresas públicas, Pemex y CFE, seguirán siendo un quebradero de cabeza”, agrega.
Por una parte, a Pemex “se le seguirá consintiendo”, mientras que a Comisión Federal de Electricidad (CFE) se le seguirá relegando. Se estiman 47,200 millones de pesos en transferencias financieras a la petrolera durante 2023.
“Este monto, de por sí grande, puede incrementarse a más del doble durante el ejercicio fiscal, a causa de la falta de candados que le permite al Gobierno gastar montos mayores a los aprobados por el Congreso mientras recorta en otras áreas, guiado por sus preferencias”.
¿Y la deuda?
México Evalúa coincide con otros expertos que el problema de los pronósticos económicos irrealizables es que se presionará a las finanzas públicas.
Si los ingresos estimados no se llegaran a cumplir durante 2023, que es lo más probable, el endeudamiento aprobado por el Congreso “sería políticamente muy delicado”.
México Evalúa asevera que por eso la Secretaría de Hacienda está pidiendo un amplio ´colchón’ de financiamiento lo que significa que “ya da por descontado que sus estimados económicos no se cumplirán, y que necesitará ‘cash´”.
Al igual que otros expertos, la agencia de riesgos crediticios Fitch Ratings alertó el 9 de septiembre que el proyecto de presupuesto para 2023 de México, con un crecimiento económico esperado de 3% frente al 2.4% proyectado para este año, es optimista y eventualmente puede requerir recortes en el gasto público.
México Evalúa sostiene que la Secretaría de Hacienda “parece saber” que la inflación y las tasas de interés se mantendrán elevadas, por lo que en 2023 espera un costo financiero de la deuda de 1.07 billones, un repunte de 13.6% respecto a lo presupuestado durante este año.
“Como porcentaje del PIB (el costo financiero) representará 3.4%, la mayor proporción desde inicios del milenio”, resalta.
Para los expertos del think tank esta situación de estrechez empujará el Balance Primario (ingresos menos el gasto, menos el costo financiero) a números negativos, esto es, a un nivel de menos 0.2% del PIB.
En otras palabras, refieren, “se tendrá que recurrir a deuda para pagar la deuda pasada”.
“Ya no se puede sostener el discurso de la austeridad: para 2023 Hacienda estima un endeudamiento neto -Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP)- de 1.29 billones de pesos, un 23.4% (294 mmdp) por arriba de lo aprobado para 2022” aseveran.
La cifra representará el 4.1% del PIB, la mayor proporción desde lo observado en 2014. De hecho, desde 2008, año a partir del cual hay cifras disponibles, sólo en 2019, 2014 y 2015 los RFSP han superado los cuatro puntos del PIB, en 4.1; en 4.5, y en 4%, respectivamente.
“Además, el saldo negativo será de 1.13 billones de pesos o 3.6% del PIB, la mayor proporción que se tenga registro desde 1990”, destacó el think tank especializado en el escrutinio de las Finanzas Públicas.
