Ernesto Warnholtz, presidente del fondo Wamex

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“A las grandes empresas no les interesa el Private Equity”.

Con la participación de las Afores y la creación de los CKDs se inició en México el camino hacia el financiamiento para proyectos que no habían tenido acceso al crédito bancario.

Warnholtz, con una probada experiencia en la industria automotriz y quien desde el 2000 participa con Private Equity en varias compañías, asegura: “Ya se abrió el mercado, ahora hay que mejorarlo”.

El ex presidente de la Asociación Mexicana de Capital Privado (AMEXCAP) asegura, sin embargo, que el mercado de valores aún tiene el reto de desarrollar un instrumento mucho más flexible, con un marco más ligero y ágil.

Con estas expectativas regulatorias, dice Warnholtz, lo más importante es la especialización sectorial de los administradores de las empresas en las que se invierte, lo que permitirá conocer la experiencia y sobre todo su nivel de éxitos y fracasos.

Por ejemplo, mencionó que en el caso de Wamex, las ocho empresas en las que han invertido en los sectores industriales y automotriz exhiben un rendimiento promedio superior al 15%, logros auditados por la firma KPMG, sin embargo, se tiene la expectativa de que su rentabilidad podría llegar al 20% si se logran buenos márgenes de rentabilidad a partir de la venta de los activos al término de la inversión.

La experiencia de Wamex, con estos resultados, demuestra la importancia de contar con administradores que conozcan las industrias en las que invierten. Hasta el momento, son pocos los fondos de Capital Privado que compiten en el mercado mexicano pero, en opinión de Warnholtz, es importante que los estrategas de las Afores, los fondos privados y las aseguradoras comiencen a diferenciar y reconocer las oportunidades de rendimiento en cada empresa a partir de sus niveles de riesgo y la buena gestión.

Sin embargo, lamentó Warnholtz, las empresas Triple A aún prefieren firmar contratos con la banca o las casas de bolsa para el manejo de su tesorería y sus fondos de pensiones y no destinarlo a Private Equity. Así, se garantiza en este segmento el círculo del crédito.

De esta forma, las grandes corporaciones no tienen incentivos para participar en la industria del Capital Privado ni la banca está interesada en dar créditos a las compañías pequeñas y medianas.

“Los CEO´s simplemente nos dicen que no tienen instrucción de invertir en Private Equito. Además entre ellos mismos no necesitan dinero, el banquero les presta, por eso las grandes compañías voltean a otros segmentos para ver cómo pueden trabajar”, concluye Warnholtz.