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Frente a los señalamientos por la forma de conducir sus negocios, el director general de Banco Azteca define al empresario como un hombre abierto que sabe leer hacia dónde se mueven las cosas.
Por Claudia Villegas y Raúl Castro-Lebrija
Hace tiempo, la agencia calificador Fitch Ratings elogió el modelo y el nicho de negocio de Banco Azteca. Sin embargo, hizo una advertencia: había que reforzar la gobernanza al interior de la institución.
Dicho de otra forma, había que impedir que una tema de personalidad por parte de su propietario, Ricardo Salinas Pliego, terminara por afectar la marcha de una institución que, desde su nacimiento, ha llevado servicios financieros a los sectores más olvidados por la banca tradicional en el país.
Entrevistado al respecto, el director general de Banco Azteca, Alejandro Valenzuela, asegura que el también propietario de TV Azteca y cabeza de Grupo Salinas, es un hombre muy abierto al que le gusta debatir.
“Yo creo que, muchas veces, la percepción que se tiene de él es equívoca. A él le gusta ser polémico y le gusta ser combativo”, explica Valenzuela. “No hay empresario que no quiere que a su empresa le vaya mejor”.
“Yo lo que veo es una enorme apertura a discutir, a aprender. Sí vamos a cometer errores pero lo más importante es aceptarlo, corregirlo y asumir las consecuencias porque muchas veces nos cuesta asumir las consecuencias como mexicanos y avanzar”, añade el directivo de Banco Azteca.
De hecho, “Ricardo Salinas está viviendo los tiempos y ahí está la inteligencias. La inteligencia es saber para donde van las cosas y, obviamente, muy a su manera, considera qué es conveniente”.
También expone que “yo llevo ocho años en la institución y no dejo de sorprenderme de lo que ha evolucionado el banco. Muchas veces le acreditan a los directivos, pero son grandes equipos”.
“Yo no me hubiera podido quedar el tiempo que ya llevo en el banco si no hubiera visto esas capacidades de evolucionar, de crecer y de ver la enorme satisfacción que es llegar a quienes menos tienen y darles oportunidades para desarrollar sus vidas”, concluyó Alejandro Valenzuela.