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Según López Obrador, es uno de los mejores aeropuertos del mundo, pero la falta de bodegas y aduanas no permitía las operaciones de carga.
A casi seis meses de su inauguración en un magno evento, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) recibió apenas ayer su primer vuelo de carga.
Según el presidente Andrés Manuel López Obrador, se trata de uno de los mejores aeropuertos del mundo. Sin embargo, la falta de infraestructura de bodegas y aduanas alejaron a muchas de las empresas del sector para mudar sus operaciones del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) al AIFA.
De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), se trató de un vuelo con una carga de 4.4 toneladas procedentes de California, Estados Unidos, y con destino final en la Aduana 50 del AIFA.
“La Aduana 50 está equipada con máquinas de rayos X con tecnología de punta, arco de revisión de vehículos con carga, carriles para mercancía sobredimensionada, plataformas de carga como los Recintos Fiscalizados Autorizados y el área de los Puntos de Revisión No Intrusiva de mercancía y personas”, añadió la dependencia.
“La explotación de la capacidad operativa de la Aduana del AIFA permitirá desahogar al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) “Benito Juárez” en el procesamiento de mercancías, lo que dará dinamismo económico del país”, señaló por separado el titular de Aduanas, Horacio Duarte.
Como se recordrá, la ausencia de esta infraestructura hizo que muchas de las compañías de carga descartaran la posibilidad de mudar sus operaciones del AICM al AIFA.
Días antes de su inauguración, en marzo pasado, Lufthansa Cargo aseguró que mover sus operaciones a la nueva terminal le resultaría costoso, además de ineficiente.
Específicamente, Frank Nozinsky, director para México de la compañía, explicó entonces que mudar sus operaciones no es sostenible ni ecológico, además tendría que contar con un almacén más lo que aumentaría gastos para el mismo movimiento de mercancías.
Por Raúl Castro-Lebrija
