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Todas aquellas empresas que han apostado por un desarrollo de programas dirigidos al bienestar laboral, han presentado un aumento en sus índices de ventas, producción, de satisfacción y una reducción en accidentes entre sus colaboradores, un ejemplo de estos programas es el llamado “Salario Emocional”, informó Erika Villavicencio Ayub, investigadora de la Facultad de Psicología de la UNAM.
La especialista señaló que este salario tiene que ver con todas aquellas contribuciones no monetarias que recibe un colaborador, los horarios flexibles y permisos de salida o falta por requerimientos personales son algunos de los ejemplos de este salario. Su objetivo es darles a todos los empleados cierta comodidad, ya sea en etapas y necesidades de su vida personal y profesional; a cambio, el trabajador podría comprometerse más en sus labores y ofrecer una organización más satisfactoria.
En este sentido, en 2019 la Organización Mundial de la Salud (OMS) incorporaría el concepto “burnout” (síndrome del trabajador quemado) a la calificación internacional de enfermedades, describiéndolo como estrés crónico en el trabajo. Antes de la pandemia, México estaba catalogado por la OMS como el país más estresado a nivel mundial, cifras que se elevaron durante la emergencia sanitaria.
“Los múltiples retos y situaciones complicadas hacen que los colaboradores no sólo se desgasten o se alejen de la responsabilidad y la atención hacia su desempeño en la organización, sino que los orilla a irse y buscar otro lugar de trabajo donde, por ejemplo, se les permita atender un tema familiar o personal”, expresó Villavicencio Ayub.
Aunado a esto, la experta trató de dar varias soluciones que, a largo plazo, sería factible llevar acabo en México, como la implementación de políticas que motiven a la comunidad entre trabajo y vida personal; generando una cultura del trabajo óptima. Ya que actualmente muchas de las empresas ubicadas en México presentan índices a la baja en satisfacción de sus colaboradores y, por ende, una menor productividad.
Por último, Villavicencio Ayub recordó que en 2018 se creó la Norma Oficial Mexicana 035, conocida como “Factores de riesgo psicosocial en el trabajo-identificación, análisis y prevención”, todo esto en favor del cuidado de las condiciones laborales. En este sentido, aseveró que “a partir de esta reglamentación se pueden implementar estrategias al interior de las organizaciones para identificar áreas que requieren mejorar, por ejemplo, la comunicación, las cargas de trabajo, las jornadas laborales o prestaciones laborales. Voltear a ver las buenas prácticas siempre llevará a un aprendizaje significativo”.
Por Carlos León Rivera
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