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Canadá definió en seis puntos sus objetivos para sentarse a partir de este 16 de agosto en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), además dejó establecido que el principal interés es el del pueblo canadiense, por lo que de darse el caso se levantará de la mesa de negociación.
La ministra de Asuntos Externos, Chrystia Freeland, detalló que los objetivos para el acuerdo reflejar la modernidad, debe ser progresivo para procurar un comercio más justo, con exportaciones menos burocratizadas, más abierto a las compras gubernamentales, que procure una mayor movilidad de profesionistas, y finalmente, con aplicación sólo en casos justificados de los derechos antidumping y compensatorios.
Reconoció que muchos trabajadores se sienten abandonados por la economía global y han votado en consecuencia rechazan la visión liberal moderna del comercio y del desarrollo, así como la apertura al mundo.
La naturaleza del trabajo ha vivido una revolución, que ha sido impulsada por un profundo cambio tecnológico y que será mayor en el futuro próximo; esta transformación nos ha hecho más prósperos, pero, eso no podrá sostenerse si las ganancias del comercio no son ampliamente compartidas, dijo.
Debemos compartir los frutos del comercio para que los más ricos paguen más impuestos y todos los demás, un poco menos. Esta es la pieza de conexión más importante entre el libre comercio y la política nacional equitativa: si falta el segundo, el primero se rompe. Y si falta el primero, el segundo es inasequible, agregó Freeland.
Freeland expuso: nuestro primer objetivo es modernizar el TLCAN. En 23 años la economía global, las norteamericanas y la canadiense se han transformado en ese tiempo por la revolución tecnológica. Se necesita abordar para que sigamos teniendo un sector tecnológico vibrante e internacionalmente competitivo y que todos los ámbitos de nuestra economía puedan cosechar los beneficios de la revolución digital.
El TLCAN debe ser más progresivo. Podemos hacer que el TLCAN sea más progresivo en cinco aspectos, dijo la ministra.
En primer lugar, al incorporar fuertes salvaguardias laborales como aspecto medular del acuerdo.
En segundo, mediante la integración de mejores disposiciones ambientales para asegurar que ningún país de los firmantes debilite la protección del medio ambiente para atraer inversiones, por ejemplo, y que apoye plenamente los esfuerzos para hacer frente al cambio climático.
Explicó que estos elementos progresivos son importantes porque garantizamos que el TLCAN modernizado no sólo será un tratado de libre comercio ejemplar, sino para que sea un tratado de comercio justo. Los canadienses apoyan ampliamente el libre comercio. Pero su entusiasmo vacila cuando los acuerdos comerciales ponen a nuestros trabajadores en una desventaja injusta debido a los altos estándares que nosotros con razón exigimos. En cambio, debemos buscar acuerdos comerciales progresivos que sean beneficiosos para todos, ayudando a los trabajadores tanto en el país como en el extranjero a disfrutar de salarios más altos y mejores condiciones.
Como tercer aspecto, dijo que se debe añadir un nuevo capítulo sobre los derechos de género, en consonancia con nuestro compromiso con la igualdad de género; en cuarto lugar, se debe incorporar un capítulo indígena; y finalmente, planteó una reforma al proceso de solución de controversias entre inversionistas y estados, para asegurar que los gobiernos tengan un derecho ineludible a regular en el interés público.
El tercer punto, esta negociación es una valiosa oportunidad para facilitar la vida a los empresarios de ambos lados de la frontera reduciendo la burocracia y armonizando las regulaciones. Compartimos el deseo de la actual administración estadounidense de liberar a nuestras empresas de la burocracia innecesaria, y esta negociación es una buena oportunidad para avanzar con ese objetivo.
Como cuarto punto, señaló que Canadá buscará un mercado más libre para la contratación pública. Las provisiones de contenido local para los contratos gubernamentales importantes son chatarra política, superficialmente apetitosa, pero insalubre a largo plazo. La liberalización de las adquisiciones puede ir de la mano con una mayor armonización normativa.
En quinto lugar, queremos que el movimiento de los profesionales, que es cada vez más importante para la capacidad innovadora de las empresas a través de las cadenas de suministro mezcladas, más fácil. El Capítulo 16 del TLCAN, que trata la entrada temporal debe ser revisado y ampliado para reflejar las necesidades de nuestros negocios.
Sexto, Canadá mantendrá y preservará los elementos del TLCAN que los canadienses consideran fundamentales para nuestro interés nacional, incluyendo un proceso para asegurar que los derechos antidumping y compensatorios sólo se apliquen de manera justa cuando realmente se justifique; con la excepción en el acuerdo para preservar la cultura canadiense y el sistema canadiense de gestión de la oferta.