Impacto de tasas en economía real aún por verse, advierte Fitch; avizora recesión

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Pese a revisar su expectativa de muy corto plazo al alza, la calificadora internacional redujo sus pronósticos de crecimiento mundial para 2024 de 2.7% a 2.4%, reflejo del “impacto rezagado” de un acelerado incremento en tasas de interés de parte de la Reserva Federal de EUA (FED), lo que empujaría una recesión de la mayor economía mundial a finales de 2023

En su último informe Global Economic Outlook (GEO), la agencia de riesgos crediticios Fitch Ratings asevera que los impactos de los aumentos en las tasas de interés en la economía real “aún están por venir”, por lo que es probable que bajo las actuales condiciones la mayor economía mundial, Estados Unidos, caiga en una recesión a finales de 2023.

“Los bancos centrales ahora están quitando la ponchera con bastante rapidez.

“Es solo cuestión de tiempo antes de que el impacto en la economía real se vuelva mucho más visible”, sostuvo en un escrito Brian Coulton, economista en jefe de Fitch Ratings.

El endurecimiento monetario está tardando más de lo esperado en su luchar por frenar una resiliente demanda de los estadounidenses en una nación donde las tasas de interés han pasado de niveles casi de 0% a 5.25%, esto es, 525 puntos base en tan sólo 15 meses, dice el reporte de Fitch fechado el jueves en Londres. La expectativa de expertos es que la tasa terminal ubique rangos de entre 5.50% a 5.75%.

“Seguimos pronosticando una recesión en EE. UU., aunque a partir del 3T23 (tercer trimestre de 2023), varios meses más tarde que en nuestro pronóstico anterior, y unos meses después del pico que alcanzaron los fondos federales”, indica.

Fitch advierte que si bien la inflación general parece haber alcanzado su punto máximo, la inflación subyacente sigue siendo “obstinadamente alta”; en su consideración, tanto la FED como el Banco Central Europeo (BCE) están verdaderamente preocupados por el arraigo de la inflación.

A su vez, los desequilibrios del mercado laboral, una fuente de presión salarial, no mejoran.

“Prevemos que los fondos federales alcancen un máximo del 5.50% y la tasa de operaciones principales de refinanciación del BCE del 4.0% en junio, con revisiones al alza de 50 pb y 100 pb (puntos base), respectivamente, desde diciembre (de 2022)”, indica.

La inflación subyacente alcanzó un máximo de 40 años en Japón y se espera que el Banco de Japón eleve el límite de rendimiento a 10 años en otros 50 puntos base, hasta el 1%, menciona.

¿Aliciente?

La agencia de riesgos crediticios, una de las tres calificadoras de más influencia a nivel mundial, indicó el jueves que hay una mejora en las perspectivas de crecimiento mundial de corto plazo, lo que refleja la reapertura de China posterior al Covid-19, un alivio sustancial de la crisis del gas natural en Europa y una sorprendente resiliencia a corto plazo en la demanda de los consumidores estadounidenses.

Esta es la primera actualización que hace Fitch de sus previsiones de crecimiento mundial a un año desde el comienzo de la guerra entre Rusia y Ucrania.

Fitch ahora pronostica un crecimiento mundial en 2023 de 2%, frente al 1.4% previo plasmado en el GEO de diciembre de 2022.

“Hemos elevado la previsión de crecimiento de China para 2023 al 5.2% desde el 4.1% en diciembre, el crecimiento de la eurozona al 0.8% desde el 0.2% y el crecimiento de EE. UU. al 1% desde el 0.2% (anterior)”, apuntó.

Como factores favorables menciona la apertura de la economía de China tras las severas restricciones pandémicas de Covid-19 a principios de año, con rápidas mejoras en los indicadores de movilidad y encuestas comerciales.

El gasto de los consumidores intensivos en contacto, a su vez, ha venido reduciendo los impactos de los bloqueos del año pasado al grado tal que existe una recuperación acelerada en la segunda economía mundial de importancia; sin embargo, acota Fitch, su sector inmobiliario sigue débil y las exportaciones se están desacelerando.

La crisis del gas en Europa, por su parte, se ha aliviado significativamente en los últimos meses con el mantenimiento del suministro de gas, la mejora de los inventarios en relación con las normas estacionales y la caída drástica de los precios al por mayor, apoyando las perspectivas de crecimiento de la Eurozona y aliviando las presiones inflacionarias generales.

“La economía de EE. UU. tiene más impulso a corto plazo de lo que anticipábamos, con un sólido crecimiento del empleo y el consumo a principios de año. El crecimiento de los ingresos de los hogares se mantiene y las reservas de ahorro acumuladas en la pandemia respaldarán el gasto durante un (cierto) tiempo”, indica.