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Con la integración energética, México recibiría inversiones por alrededor de 17,000 millones de dólares en nuevos proyectos
Un grupo experto en analizar la Finanzas Públicas del país afirmó que una serie de esfuerzos para alcanzar la integración energética en América del Norte, que posibilitaría la seguridad energética para millones de consumidores de la región, ha encontrado en el gobierno de México, liderado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, un freno, lo que impacta no sólo las inversiones, sino las perspectivas de crecimiento.
Tras una vigencia de 25 años, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) entre Estados Unidos (EU), Canadá y México se plasmó en el nuevo T-MEC, aceptado en todos sus términos durante su firma en 2020.
“Dada la coyuntura geopolítica, este nuevo pacto implica una oportunidad que podría dar seguridad energética a millones de consumidores en la región, facilitaría el cambio tecnológico hacia energías más limpias, y permitiría a México atraer muchas inversiones que detonarían nuevos empleos, una mayor recaudación y, por tanto, crecimiento económico”, sostuvieron investigadores del think tank México Evalúa, al presentar el trabajo “La Paradoja Energética”.
El gobierno mexicano decidió ajustar los planes, especialmente en materia energética, lo que ha derivado en quejas y disputas de parte de sus socios comerciales en este año.
México Evalúa indica que de lograrse la integración energética entre los tres países se abrirían “múltiples caminos” para reducir el 80% de las emisiones de carbono en el sector eléctrico de la región para 2050, y cita parte de una investigación realizada por el Laboratorio Nacional de Energía Renovable (NREL, por sus siglas en inglés) entre 2021 y este año.
“Para México, con esta inversión (en el marco de la integración), los costos de producción eléctrica se verían reducidos significativamente, ahorrándole 1,100 mdd al sistema eléctrico nacional, además de generar 17,000 mdd en nuevas oportunidades de inversión”, asevera el think tank con base en la consulta de los estudios del NREL.
En materia laboral, sólo en el caso de México, se crearían cerca de 72,000 empleos en el Sector, en su mayoría especializados.
La inversión acumulada en el Sector de la Energía en el país sumó 15,300 millones de dólares (mdd) entre 2012 y el primer trimestre de este año, de los cuales 10,000 mdd, el 65% del total, ingresaron entre el 2014 y el 2018, alentados por la reforma energética de 2013, que permitía la ampliación de la inversión privada en ciertas actividades, dándoles certeza y seguridad jurídica.
En contraste, bajo el mandato de López Obrador, a partir de 2019, la inversión acumulada es de 2,800 mdd hasta marzo de 2022, lo que refleja los obstáculos que enfrenta la inversión a partir de una postura del gobierno con visión soberanista, indica la firma especializada.
Si bien el PIB de México debería estar creciendo a tasas anuales superiores al 4.5% en condiciones ideales, pues es la cifra óptima para solventar las necesidades de su población, a lo mucho lo hará a un ritmo de 1.9% en este año, mientras que en el próximo no rebasaría el 1.4%. En su encuesta mensual de expectativas económicas más reciente, el Banco de México (Banxico) indicó que el crecimiento del PIB sería del orden del 2%, en los próximos 10 años.
México Evalúa indica que especialistas han mencionado que si el país ofreciera hoy mejores condiciones para invertir, el país reportaría montos más altos de Inversión Extranjera Directa (IED), alcanzando, o inclusive superando las metas que el país necesita para crecer.
¿Perspectivas?
La investigación de la firma especializada arroja que entre 2021 y 2022 el Laboratorio Nacional de Energía Renovable (NREL, por sus siglas en inglés) realizó estudios detallados en la región norteamericana, entre ellos, aquellos que reflejan la optimización en el uso de redes de transmisión y plantas de generación eléctrica a raíz de la integración.
De lograrse la integración energética entre los tres países existirían “múltiples caminos” para reducir 80% de las emisiones de carbono en el sector eléctrico de la región para 2050 (NREL, 2021), resalta.
Un sistema energético regional bajo en emisiones de carbono podría equilibrar la oferta y la demanda para el año 2050 a través de inversiones en energías renovables que permitan abastecer hasta 80% de la electricidad de Estados Unidos, por ejemplo. En el caso de Canadá, las tecnologías hidroeléctricas, de gas, y eólicas podrían contribuir a la adecuación de los recursos en el sistema futuro.
“Para México, con esta inversión, los costos de producción eléctrica se verían reducidos significativamente, ahorrándole 1,100 mdd al sistema eléctrico nacional, además de generar 17,000 mdd en nuevas oportunidades de inversión”, asevera el think tank con base en la consulta de los hallazgos del NREL.
El aumento del comercio de electricidad entre los tres países podría proporcionar a su vez un valor neto de entre 10,000 y 30,000 mdd al sistema, por lo cual sería necesario invertir en líneas de transmisión que permitieran el transporte eficiente de la energía, apunta.
“Una integración eléctrica en Norteamérica dotaría de mayor flexibilidad operativa a los países y a sus regiones, lo cual fortalecería a todo el sistema a partir de integrar y expandir las redes de transmisión y la capacidad de almacenamiento de electricidad, incluyendo a la generación hidroeléctrica, eólica, solar y térmica”.
Una investigación más reciente del NREL sobre la capacidad de México para instalar energías renovables, arroja que el potencial técnico nacional incluye 24,918 GW solar fotovoltaico; 3,669 GW eólico; 2.5 GW de geotermia convencional, así como 1.2 GW de capacidad adicional a través de las instalaciones hidroeléctricas ya existentes.
“En palabras más sencillas, NREL ha calculado que México tiene la capacidad suficiente para satisfacer más de cien veces las necesidades eléctricas totales del país, siempre y cuando acuda a los mecanismos de inversión de la mano del sector privado, adecuados para hacer las inversiones una realidad”, indica.
