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Según la CEPAL, el país ya va tarde en una carrera que dominan Argentina, Australia, Chile y China, que acaparan 95% del suministro mundial
La nacionalización del litio —“soberanización” según algunos expertos ya que no se le confiscó a ninguna entidad extranjera— y la creación de la empresa LitioMX representa el principal proyecto minero del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
De hecho, esta mañana anunció en su conferencia de prensa que la sede de la nueva compañía será el estado de Sonora, donde se encuentran los principales yacimientos del país.
No obstante ¿México cuenta con las reservas o la infraestructura necesaria para convertirse, si no en una potencia, al menos en un jugador relevante en la industria del llamado “oro blanco”?
De acuerdo con el documento Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2022, elaborado por la Comisión Económica de Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (CEPAL), México ya va tarde en una carrera que dominan Argentina, Australia, Chile y China.
Mientras estas cuatro naciones dominan el 95% del suministro mundial de litio, México ni siquiera es señalado por la CEPAL como potencia emergente o un jugador que pueda tomar relevancia en el futuro.
Eso sí, la CEPAL reconoce que un gran porcentaje del crecimiento en la producción en la producción y la demanda del mineral estará asociada a la fabricación de baterías para la industria automotriz. Por ello, LitioMX no tendría otra opción que aliarse con las compañías de Alemania, Estados Unidos, Japón y Corea del Sur que ya fabrican vehículos en territorio nacional.
De acuerdo con la CEPAL, la transición energética —sustituir los combustibles fósiles y los motores de combustión interna— ofrece una coyuntura inmejorable para la producción de minerales, específicamente de litio.
“Una planta eólica en tierra requiere nueve veces más minerales que una central eléctrica de gas, o bien, un auto eléctrico requiere seis veces más minerales que uno convencional”, refiere el documento.
De acuerdo con la CEPAL, el mercado del litio saltó de 2,700 millones de dólares a 4,000 millones en el 2021. Sin embargo el 93% de las reservas mundiales están concentradas en los cuatro países señalados.
“Mientras Australia lidera la producción con un 48,7% del total, solo posee cerca del 22,3% de las reservas. Por su parte, Chile produce el 21,9% de la producción mundial, pero posee reservas equivalentes al 43,7% del total”, detalla el organismo de Naciones Unidas..
Y no solo tienen las reservas de litio, son los países que más están invirtiendo en la producción del mineral. “China fue el país que aumentó proporcionalmente en mayor medida su producción, con un incremento del 238%. Le siguieron Australia y la Argentina con un 220% y un 110%, respectivamente y, por último, Chile con un 39,5%”.
México, no obstante, cuenta con dos elementos que podrían jugar a su favor. En primer término, que “la demanda prevista del litio se concentra casi exclusivamente en el auge y consolidación de los vehículos eléctricos, en desmedro de los vehículos con motor de combustión interna. El factor decisivo en este sentido es la consolidación de las baterías recargables de iones de litio como fuente de almacenamiento de energía para este tipo de vehículos”.
Al respecto, el presidente López Obrador también anunció esta mañana el “Plan Sonora” que comprende fabricar baterías de litio en esa entidad donde opera una planta de la compañía Ford. Sin embargo, en el país existen 37 plantas armadoras, de acuerdo con la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).
En segundo lugar, la CEPAL estima que la demanda de litio “comenzaría a crecer más rápidamente a partir de 2050, lo que estresaría el mercado durante la segunda mitad del siglo e incentivaría la entrada de nuevos proyectos y actores”.
Es decir, si bien México aún no figura en el panorama mundial, todavía está a tiempo de tomar las decisiones correctas.
Por Raúl Castro-Lebrija
Palabras clave: litio, litiomx, autos eléctricos
