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De acuerdo con el organismo, los programas sociales puestos en marcha por la administración del presidente López Obrador no han disminuido la pobreza ni han beneficiado a los sectores más pobres del país.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) advirtió que los programas sociales puestos en marcha por la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador no han disminuido la pobreza ni han beneficiado a los sectores mas pobres del país.
En su análisis económico semanal, el organismos recordó que de acuerdo a la reciente Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares, dada a conocer por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), los ingreso por trabajo de las familias mexicanas reportaron una disminución de 10.7%, entre los años 2018 y 2020.
Por el contrario, los ingresos por transferencias reportaron, en el mismo periodo, un aumento de 8.3 por ciento.
“El incremento de los ingresos por concepto de transferencias se atribuye principalmente al aumento de 50.4% en los beneficios provenientes de programas gubernamentales”, detalló.
Sin embargo, “más que responder a programas emergentes para enfrentar los efectos de la pandemia, los programas sociales en los dos primeros años de esta administración han sido asistenciales y, si bien benefician a los hogares que los reciben, en su mayoría carecen de incentivos para romper el ciclo de perpetuación de la pobreza”.
Además, “la distribución de los recursos de los programas sociales no necesariamente benefició a los más pobres. Más bien fue regresiva”.
Es decir, se registró un incremento importante en los ingresos de los deciles más altos por concepto de beneficios por programas gubernamentales.
Esto se debe “básicamente a que el gobierno generalizó diversos programas a toda la población, incluyendo a los hogares con mayores ingresos”.
“Tan solo en el último decil de hogares —aquellos con ingresos más altos— los apoyos gubernamentales fueron 3.5 veces mayor a los obtenidos en 2018. En contraste, el decil uno —los hogares con menores ingresos— registró una caída de 14.1% en este tipo de ingresos, cuando desde la perspectiva de igualdad y alivio de la pobreza debería ser el más beneficiado”, advirtió.
Otro resultado importante que conviene subrayar, continuó el CEESP, tiene que ver con la distribución de las transferencias provenientes de los programas gubernamentales.
“Como se mencionó, su monto se elevó significativamente entre 2018 y 2020, en 50%, pero su distribución cambió en favor de los deciles más altos de la distribución del ingreso de los hogares. Mientras que en el 2018 los cinco primeros deciles —de ingresos más bajos— recibía el 67% de dichas transferencias, en 2020 recibían el 52 por ciento.
“Además de la opacidad en los padrones de los programas sociales de esta administración, su distribución resulta ser regresiva”, alertó el CEESP.
Por Raúl Castro-Lebrija
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