Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 10 segundos
Al clausurar los trabajos de la 86 Convención Bancaria, Julio Carranza delineó los principales ejes de trabajo del sistema para los próximos dos años.
Una banca que preste más, que sea más cercana a los clientes y usuarios, y que opere con menores costos. Con esas tres prioridades inició la gestión de Julio Carranza al frente de la Asociación de Bancos de México (ABM) para el periodo 2023-2025.
Al clausurar los trabajos de 86 Convención Bancaria en Mérida, Yucatán, el presidente de BanCoppel recibió el bastón de mando del gremio bancario de manos de Daniel Becker, presidente de Banca Mifel.
Ahí expuso que la primera prioridad de su gestión será que la banca mexicana siga creciendo en el otorgamiento de crédito.
“Al cierre del año pasado, por primera vez en la historia de México y con cifras del Banco Mundial, el crédito al sector privado alcanzó el 40% del Producto Interno Bruto; nunca hubo más crédito en México. Sin embargo, aún cuando duplicamos el crédito en las dos últimas décadas, este porcentaje es bajo cuando lo comparamos con otros países, por ejemplo, el 54% del PIB que alcanza Colombia o el 70% de Brasil o el 109% de España”, detalló.
“Y para acortar esta brecha –agregó– hoy la banca cuenta con 1.4 billones de pesos adicionales, listos para prestar y para aumentar su crédito”.
En cuanto a la cercanía con los usuarios, Julio Carranza recordó que, de 84 millones de adultos en el país, de los cuales más de 56 millones cuentan con un producto financiero.
“Sin embargo, aún tenemos 27 millones de mexicanos que no cuentan con algún producto financiero. ¿Qué vamos a hacer para acercar la banca a todos ellos?”, cuestionó.
Finalmente, el nuevo presidente de la ABM señaló que, solo en el 2022, el sistema bancario invirtió más de 30,000 millones de pesos en tecnología y seguridad cibernética.
Esto, además de reducir los costo operativos, contribuirá a incrementar los niveles de formalización de la economía mexicana.
Por Raúl Castro-Lebrija
También te puede interesar:ESPECIAL BANCA | Y después del cripto invierno ¿volverá a salir el sol?