Precios al consumidor con nueva metodología y base

Una nota de Banorte profundiza en los efectos de los cambios del Inegi al INPC

Precios al consumidor con nueva metodología y base. Revista Fortuna

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Los escenarios para la nueva metodología de cálculo de los precios pronostican una volatilidad mayor a la actual; al respecto un análisis de la casa de bolsa Banorte Ixe presenta sus estimaciones.

Cambios en la metodología del INPC
a partir de la primera quincena de agosto

  • El próximo 23 de agosto, el Inegi dará conocer el INPC con un nuevo año base, así como con cambios en su metodología
  • Dentro de estos destaca la modificación de los ponderadores dentro del índice, los cuales asignarán un mayor peso al componente no subyacente
  • Consideramos que estos cambios resultarán en una mejor medición de los precios a nivel nacional
  • En este contexto, mantenemos nuestro estimado de inflación para finales del año en 4.3 por ciento, el cual ya tiene embebidos los cambios antes mencionados
  • Anticipamos que la inflación se incremente 0.39 por ciento 2s/2s en la primera quincena de agosto.
    A su vez, el componente subyacente podría aumentar 0.15 por ciento 2s/2s
  • En el periodo, la inflación va a estar explicada por presiones en precios agrícolas y de energéticos
  • Con estos resultados, la inflación anual resultaría en 4.86 por ciento, mientras que el componente subyacente podría quedar en 3.58 por ciento

Cambios en la metodología de medición del INPC

El próximo 23 de agosto, el Inegi publicará la inflación de la primera quincena de agosto con una nueva metodología, así como con un nuevo año base.

Cuando se anunciaron estos cambios, el 23 de agosto de 2017, detallamos algunos de estos en nuestra nota INEGI – Nuevo INPC para agosto de 2018, entre los que se encuentran:

(1) Nuevo año base:
La metodología actual contempla como base 100 a la segunda quincena de diciembre del 2010, mientras que el nuevo índice lo hará tomando como referencia a la segunda quincena de julio de 2018.

(2) Mayor cobertura geográfica:
Para la medición actual del INPC se realizan mediciones en 46 ciudades, mientras que para la actualización se agregaran nueve ciudades adicionales, siendo estas Atlacomulco, Cancún, Coatzacoalcos, Esperanza, Izúcar de Matamoros, Pachuca, Saltillo, Tuxtla Gutiérrez y Zacatecas.

(3) Incremento en número de genéricos bajo medición:
El nuevo índice contará con 299 rubros a diferencia de los 283 actuales, como se observa en la tabla siguiente

(4) Cambios en los ponderadores de los bienes y servicios:
De los genéricos antes mencionados, el Inegi cambiará los pesos dentro del índice.
El componente subyacente ahora representará alrededor de 75.55 por ciento del total (vs. 77.44 por ciento en la metodología actual), con lo que el rubro no subyacente pasa a 24.45 por ciento (vs. 22.56 por ciento).

Modificaciones significativas en las ponderaciones de algunos rubros

Dentro de los rubros que tendrán mayor peso en el índice destacan:

(1) La gasolina de bajo octanaje (+157pb, 2018: 5.36 por ciento);
(2) refrescos envasados (+97pb, 2018: 2.06 por ciento);
(3) loncherías, fondas, torterías y taquerías (+70pb, 2018: 4.58 por ciento);
(4) gas LP (+69pb, 2018: 2.17 por ciento); y
(5) mantenimiento de automóvil (+46pb, 2018: 0.66 por ciento).

Por el contrario, los cinco genéricos que más se modificaron a la baja fueron:

(1) vivienda propia (-214pb, 2018: 12.01 por ciento);
(2) electricidad (-132pb, 2018: 1.49 por ciento);
(3) renta de vivienda (-121pb, 2018: 2.17 por ciento);
(4) automóviles (-100pb, 2018: 1.9 por ciento); y
(5) servicio de telefonía móvil (-83pb, 2018: 1.28 por ciento).

Un índice más volátil

Con la mayor ponderación del componente no subyacente, esperamos que el índice general presente una mayor variación que con la metodología actual.

Realizando un ejercicio con datos anuales desde diciembre de 2011 –y analizando solamente las diferencias a nivel subyacente y no subyacente–, observamos que la nueva metodología agrega en promedio 6.2 puntos base, con una desviación estándar de 4.7 puntos base.

Adicionalmente, la diferencia máxima entre ambas metodologías en el periodo es de 16.9pb.

A pesar de la introducción de mayor volatilidad en el índice, consideramos que esto no representara cambios sobre la conducción de la política monetaria por parte del Banco de México.

Estimación anual con la nueva metodología: 4.3%

Nuestro estimado de 4.3 por ciento anual para 2018 incorpora el cambio de metodología.

Consideramos que los cambios a la metodología conducirán a una mejor medición del INPC, una de las variables fundamentales para los mercados, aunque el impacto de corto plazo podría llevar a niveles de inflación ligeramente más altos.

No obstante, cabe destacar que nuestro estimado para finales de este año –publicado el pasado 5 de enero–, contempla ya el impacto de la metodología.

De hecho, nuestra trayectoria incorpora niveles de inflación todavía elevados debido a:

(1) Un mayor precio de los energéticos a nivel internacional; y
(2) un aumento en los precios de las frutas y verduras.

Seguimos considerando que este repunte será temporal con la inflación convergiendo a nuestro estimado a finales del año.

Se espera una convergencia desde 4.86%
estimado en la primera quincena de agosto

Tomando en cuenta estas modificaciones, estimamos un avance de 0.39 por ciento 2s/2s en el índice general en la primera quincena de agosto.

Para el componente subyacente esperamos un avance de 0.15 por ciento 2s/2s.

Creemos que la inflación durante el período en cuestión se explicará por un incremento en los precios de las frutas y verduras, así como por presiones en los precios de los energéticos, particularmente en el de las gasolinas.

Adicionalmente, esperamos aumentos en los precios de otras mercancías.

Con estos resultados, la inflación anual se ubicará en 4.86 por ciento en la primera mitad de agosto, superior al 4.81 por ciento observado en julio.

Por su parte, el índice subyacente resultará en 3.58 por ciento anual, por debajo del 3.63 por ciento previo.


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