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De acuerdo con el CEESP, mientras la política monetaria de Banxico intenta disuadir el gasto, la política fiscal de Hacienda lo alienta.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) acusó que existe falta de coordinación entre la política monetaria puesta en marcha por el Banco de México (Banxico) y la política fiscal de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Esto porque, mientras Banxico busca disuadir el gasto público, la SHCP lo alienta e incluso ha presupuestado un gasto superior a los $9 billones de pesos para 2024.
En su análisis económico semanal, el CEESP reconoció que “la coordinación entre las diversas políticas económicas es siempre muy importante, particularmente entre las políticas monetaria y fiscal. Lo recomendable es que ambas apoyen los mismos objetivos, aunque no siempre es así”.
“En México hoy día —agregó— hay una falta de coordinación entre ambas políticas. Aquí el objetivo de la política monetaria es el combate a la inflación, que persiste elevada (en agosto la inflación anual alcanzó 4.64% y la subyacente 6.08%).
El mantener sin cambio la tasa de referencia en 11.25% “implica que la junta de gobierno no está aún convencida de que las presiones inflacionarias han sido ya controladas”.
Consecuentemente, argumentó el CEESP, “la tasa de interés es elevada. En términos reales —es decir, deduciendo de la tasa de política actual la expectativa de inflación del 2024 (4%)— la tasa real alcanza 7%, que es sumamente alta”.
Con esto “se intenta disuadir el gasto de empresas y hogares, al ser más caro el crédito y más rentable el ahorro, y con ello reducir la presión inflacionaria, además de generar expectativas de menor inflación”.
Sin embargo,ara el CEESP “la descoordinación de políticas se da porque mientras la monetaria intenta disuadir o posponer el gasto o la demanda de empresas y personas, la política fiscal lo alienta”.
“El proyecto de presupuesto federal para 2024 es expansivo. Contiene un aumento del gasto público muy elevado, mucho más alto que la previsión de ingresos y con el mayor déficit de los últimos 25 años. Por ello, estimula el gasto agregado, contrariamente al propósito de la política monetaria”, detalló el CEESP.
La falta de coordinación entre las políticas “es un obstáculo para la reducción de la inflación hacia el objetivo de 3% más/menos 1 punto porcentual” entre otros aspectos.
Finalmente, el CEESP consideró que “en su tarea de revisión y aprobación de la Iniciativa de Ley de Ingresos y el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación, bien haría el Congreso de la Unión en reducir los riesgos y propiciar una mayor coordinación entre las políticas monetaria y fiscal, en beneficio de la estabilidad y la reactivación económica a futuro”.