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El PIB finalizará el sexenio con el menor ingreso per cápita desde Miguel de la Madrid, además que una menor recaudación y presiones en las finanzas públicas obligarán a revisar el modelo de negocio de la petrolera
En la actualización de su perspectiva económica de 2023, el grupo financiero Base señaló que México no solo sigue desaprovechando los beneficios del nearshoring, sino que la inercia provocará saldos desfavorables al término del periodo.
Gabriela Siller, directora de análisis económico de la entidad, mencionó en conferencia que si se materializan las expectativas, el crecimiento sexenal de 2.88% significaría una caída del PIB por habitante de 3%.
Esto es “algo que no se veía desde el sexenio de Miguel de la Madrid”, resaltó la experta. El crecimiento inercial no permitiría lograr una recuperación de este indicador hasta 2026 bajo un escenario base.
Siller hizo un apartado especial para Petróleos Mexicanos donde señaló que si México sigue apoyado a la petrolera sin una reforma fiscal de por medio podría suceder un nuevo recorte en la calificación crediticia.
“si no hay una reforma fiscal o si se sigue generando solamente ejercicio en la parte de inversión física, creo que si pudiera venir un recorte, pero sin perder el grado de inversión, en la siguiente la administración”, sostuvo la economista.
Como en ocasiones anteriores, agregó que debe haber además un cambio en el modelo de negocio de Pemex, como la venta de activos no estratégicos y tener una estructura más esbelta.
México goza de grados de inversión pese a los ajustes por la recesión de 2020, cuando el PIB desplomó 8.5%.
Deterioro
En el caso de Pemex, significaría más bajas en su perfil crediticio, hoy en grado especulativo por parte de Fitch Ratings y Moody´s Investors Service.
La primera agencia rebajó aún más la nota el 14 de julio, mientras Moody´s cambio su Perspectiva de Estable a Negativa la semana previa.
La única calificadora de peso internacional que mantiene a Pemex en grado de inversión es S&P Ratings, aunque con una Perspectiva igualmente Negativa.
Cifras de Base indican que la deuda consolidada total de Pemex alcanzó los 115,131 millones de dólares (mdd) en 2021, y aunque el año pasado situó en 108,093 (mdd), al cierre de 2023 ubicará en 110,559 mdd.
La deuda sobre flujos de operación (EBITDA) de la petrolera mexicana en los últimos 12 meses es de 4.07 veces, la más alta entre otras compañías.
La rusa Rosneft tiene una relación deuda sobre EBITDA de 2.13 veces, mientras que la de Repsol es de 1.57 veces.
Pemex se deteriora también en la parte operativa.
El economista principal de BBVA México, Arnulfo Rodríguez, dijo el lunes en documento Observatorio Pemex que las menores ventas por exportación y nacionales representaron conjuntamente para la petrolera una caída de 42.5% anual en el segundo trimestre.
“El decremento en ventas totales y el incremento en el deterioro de activos fijos incidieron desfavorablemente sobre los resultados financieros reportados en el segundo trimestre de 2023”.
Rodríguez apuntó que en igual lapso de 2022, Pemex registró un rendimiento neto de 125,200 millones de pesos (mdp) frente a los 25,400 mdp del mismo ejercicio de este año.
Transferencias y gasto
Siller anticipó que el consumo privado seguirá presentando buenas tasas de crecimiento en lo que resta del año por las transferencias al gasto social y los incrementos salariales.
En la parte del nearshoring, la seguridad en las inversiones podría alentar que, en materia laboral, la tasa de informalidad pasara de 55% a 48%.
Cuando México firmó el Tratado de Libre Comercio con América del Norte hace 25 años, la informalidad del país pasó de una tasa de 62% a 55%, refirió Siller.