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De hecho, el futuro será complejo por la debilidad de la inversión, la inflación y el crecimiento en Estados Unidos, dice el organismo.
Si bien el INEGI estimó un crecimiento anual de 1.9% en el segundo trimestre del año, eso no significa “que la economía haya entrado en un proceso de franca recuperación” ni que se haya “alcanzado el nivel de 2018”, aseguró el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
Peor aún, el organismo pronóstico que el futuro para México será “complejo” entre otros motivos “por la debilidad de la inversión, la presión inflacionaria y el crecimiento de los Estados Unidos”.
En su análisis económico semanal, el CEESP señaló que el dato revelado la semana pasada por el INEGI “sin duda es un buen resultado y puede mejorar las expectativas hacia adelante. Sin embargo, no necesariamente implica que la economía haya entrado en un proceso de franca recuperación, sobre todo ante el complejo escenario que se percibe para la segunda mitad del año”.
Entre los factores que limitarán el avance de la economía, el CEESP mencionó “la debilidad de la inversión, que es una limitante para el crecimiento. Y, a su vez, dicha debilidad resulta de problemas para los que no se avizora una solución en el corto plazo, como la incertidumbre, la deficiencia del estado de derecho y falta de apego a las reglas, impunidad, inseguridad, y obstáculos regulatorios”.
“Para crecer por arriba del 4% la inversión en el país tendría que equivaler por lo menos a 25% del PIB. Sin embargo, la inversión total está lejos; alcanza solo 18.1% (al primer trimestre de este año)”, alertó el organismo.
El segundo factor que afectará el crecimiento es la inflación “que probablemente continúe hasta prácticamente 2024. El mismo Banco de México estima que la inflación puede converger a la meta de 3.0% en el primer trimestre de ese año”.
Entre otros efectos, “la inflación causa mayor incertidumbre, añadiendo al desánimo de la inversión, y afecta negativamente al consumo de los hogares. Ambos son obstáculos para la reactivación de la economía”.
Finalmente, el CEESP mencionó el crecimiento de la economía estadounidense la cual, en el segundo trimestre del año, “cayó 0.9% a tasa anualizada. Cifra decepcionante ya que la expectativa era un repunte de 0.5%. Como es sabido, el crecimiento del PIB en EU es un determinante importante de la actividad económica en México”.
Finalmente, el CEESP advirtió que “sin cambios en la actitud oficial ante la inversión privada y la apertura económica, su falta de interés en la inversión pública rentable socialmente y en la regulación eficiente que facilite la actividad económica, las posibilidades de un mejor desempeño de la economía en beneficio de todos se reducen y continuarán en esa tendencia”.
Por Raúl Castro-Lebrija