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Tomás de la Rosa / @TomásdelaRosa
El marketing de la nostalgia cautiva a consumidores con frases como “la vida en el pasado fue mejor” y hoy los datos del Inegi confirman que sí existieron “los años maravillosos” (como la serie The Wonder Years). Tan sólo en 2006, unos 12 de cada 100 trabajadores ganaron en México más de 5 salarios mínimos y hasta junio pasado se redujó a un mínimo de uno de cada 70 trabajadores (1.5 de cada 100) fue el privilegiado que ganó más 900 pesos diarios. Es la cifra más baja en la historia por lo cual de seguir esa tendencia, los salarios bien pagados en México están en peligro de extinción.
En 2006, el último año del gobierno de Vicente Fox, fue el mejor año para la remuneración de los trabajadores mexicanos con más de cinco salarios mínimos. A números cerrados eran 12 de cada 100 trabajadores. En ese entonces, casi el 40% de toda la población tenía una ocupación (formal o informal) y había una dependencia económica de 2.51 personas por cada trabajador.
En los dos primeros años del gobierno de Felipe Calderón, 2007 y 2008, la proporción de los mejores salarios pagados se mantuvo. Sin embargo, a raíz de la crisis económica global que inició con las hipotecas subprime en Estados Unidos, la cual en México provocó en 2009 el segundo mayor descalabro en la economía después del tristemente célebre error de diciembre y con ello inició la ruta a la extinción de los buenos salarios.
Se le denomina buenos salarios, porque en la clasificación de la remuneración laboral es el rubro o peldaño de mayor paga y es denominado “más de cinco salarios mínimos”. Partiendo de una paga de 5.1 salarios mínimos, el sueldo es de 882 pesos diarios con los 173 del salario mínimo en México (excepto en la zona fronteriza).
Si bien, es la parte baja de la mayor remuneración en el país, esa compensación contrasta al convertirla en dólares, ya que son 43 dólares por día en México. El número contrasta negativamente con la nómina privada no agrícola en Estados Unidos que en junio pasado pagó 32 dólares por hora o un aproximado de 257 dólares o 5,200 pesos diarios, considerando una jornada de ocho horas al tipo de cambio de hoy.
También contrasta el arranque de los salarios más elevados en México (882 pesos diarios) con los salarios mínimos de Estados Unidos. Con el federal la paga diaria sería de 1,176 pesos, con el promedio estatal privado de 1,874 pesos diarios y con el salario mínimo que se paga en Washington D. C. (el más elevado), capital de la Unión Americana, serían 2,612 pesos diarios, según datos del Departamento de Trabajo de ese país.
Esos mínimos contrastan con el mínimo mexicano que es de 173 pesos diarios.
Lo anterior refleja porque el mercado externo es el único motor que impulsa el crecimiento en México y el riesgo que se tiene ante una potencial recesión en Estados Unidos, ya que esos consumidores adquieren el 80% de las exportaciones mexicanas.
El consumo privado en México, que representa poco más del 70% del PIB, se mantiene estancado. Si bien, en el primer trimestre de 2022 creció 7.2% y es el cuarto incremento anualizado consecutivo, el mismo se ubica 2.3% por debajo del registrado en el último trimestre del gobierno de Enrique Peña Nieto o en el mismo nivel de todo 2018.
El riesgo de recesión en el mayor comprador de productos “hecho en México” está latente por el dato revelado hoy de que la economía estadounidense se contrajo 0.9% en el segundo trimestre, baja con la misma tendencia negativa del primer trimestre (-1.6%). Esto es una estanflación. Otros están llamando a la contracción como una “recesión técnica”.
Para Goldman Sachs Asset Management, la estanflación es una combinación de crecimiento económico por debajo de la tendencia y niveles inflacionarios por encima del objetivo del banco central. La misma, puede ser consecuencia del intento de un banco central para detener la inflación con el alza de tasas de interés.
Según Moody ‘s Analytics, con una nueva recesión en México, el nivel de desempleo empezará a crecer desde finales de año y alcanzará un máximo en 2023. Con esa mayor fuerza laboral buscando empleo, la precarización laboral seguirá.
En lo que va del año, hasta junio, 37.9 millones de mexicanos o lo que es lo mismo 66 de cada 100 trabajadores en México (formales e informales) ganan hasta dos salarios mínimos, es decir hasta 346 pesos (17 dólares) al día.
Considerando la dependencia económica señalada por cada trabajador, con esa paga viven 84.8 millones de mexicanos . Esa población es la que vive actualmente en 28 entidades federativas o en todo el país, excepto en el Estado de México, Ciudad de México, Jalisco y Veracruz.
Esa precarización y la recesión coadyuvará a la reducción de la población con menores ingresos. No a la extinción de los salarios bien pagados, pero sí todavía más a su reducción. Esto en deterioro del consumo, el principal componente del PIB.