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Aunque resultó en línea con la expectativa, el progreso que tuvo la economía en abril en los Servicios y la Industria hacen prever un PIB de 2% en 2022.
Desde principios de este año varios economistas comenzaron a ajustar sus estimados del PIB mexicano por lo que ha representado para la economía local y global los nuevos confinamientos en China, panorama que dificultó la guerra en Ucrania a partir del 24 de febrero. El consenso más reciente es de un crecimiento de 1.8% pero los datos de abril alimentan un pronóstico de entre 2% a 2.1%.
El progreso mensual y anual del Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) en abril, de 1.1% y 2% con cifras desestacionalizadas, respectivamente, significó la mayor expansión de la economía mexicana en 13 meses.
Mientras que Estados Unidos se mantuvo como el motor de crecimiento en la parte externa, principalmente por las exportaciones manufactureras, una mayor movilidad impulsó la demanda interna, en beneficio del Sector de los Servicios y el Comercio.
La actividad económica del país con las nuevas cifras sólo coloca en 0.1% por debajo de los niveles de febrero de 2020, o de las marcas prepandemia, y está 1.8% por debajo de su máximo histórico que alcanzó en agosto de 2018.
El Sector Industrial exhibió un crecimiento de 0.6% a tasa anual con un alza en todos los rubros que lo componen, destacando la minería, con el mayor avance, de 1.4% A su vez, las manufacturas progresaron 1.2% con 15 de 21 subsectores con tasas positivas, mientras que la construcción mantuvo firmeza, al crecer 0.5%, aunque alejada de su tasa de marzo, de 4.8%.
Otra buena sorpresa vino del Sector Servicios y el Comercio cuyo progreso de 1.3% contra abril de hace un año revirtió la caída del mes previo de 0.02%, con cinco de sus nueve componentes al alza.
“…creemos que la economía mantiene una trayectoria al alza, a pesar del aumento de riesgos y un ambiente global más retador.
“Sin embargo, las sorpresas positivas hasta el momento, junto con las amplias señales de resiliencia, respaldan nuestra visión de una expansión en el PIB de este año de 2.1%”, señaló el banco Banorte.
Un pronóstico similar lo plantearon el banco Bx+ y el grupo financiero Monex.
“Tras haber tenido un importante crecimiento de 1.0% en el primer trimestre de 2022, la economía mexicana podría repetir la hazaña.
“Los datos de abril aumentan las probabilidades de que, incluso con un ligero estancamiento en mayo y junio, el resultado del segundo trimestre sea igual de bueno”, destacó Monex.
Si los parámetros tomados en cuenta se concretan, la base para el crecimiento del PIB de 2022 aumentará a cerca de 2%, señaló Monex, “por lo que, a reserva de que se presente alguna contracción en la segunda mitad del año, esperaríamos ver una revisión de las expectativas al alza”, aseveró.
A pesar del ajuste estacional, el sector turístico dentro de las Actividades Terciarias siguió enarbolando el repunte de este sector en abril, con ganancias acentuadas en los servicios recreativos (8.3% más a tasa anual) mientras que las ventas minoristas se expandieron en 8% anual tras presentar una contracción de 4.1% en marzo.
Banorte consideró que el repliegue de las Actividades Primarias en abril, con una caída de 1.3% a tasa anual, respondió a la presión en los precios de fertilizantes y granos, a lo que se sumaron condiciones climatológicas que derivaron en sequías. Banorte tomó en cuenta además el brote de gripe aviar detectado en granjas de pollo y huevo en los estados de Coahuila y Durango, hacia finales del mes.
“Mantenemos nuestra proyección del PIB 2022 en 2.0%, pero reconocemos que predominan los riesgos a la baja, en gran medida, ante la reciente evolución de la inflación y la expectativa de un endurecimiento monetario más agresivo, en México y el mundo”, mencionó Alejandro Saldaña, de Bx+.
Ayer el Banco Central mexicano marcó un récord al incrementar la tasa referencial en 75 puntos base, acción no vista desde que la tasa se toma como objetivo contra la inflación a partir del 2008 con una inflación que en la primera quincena de junio trepó a 7.88% en su medición anual.
La erosión del poder adquisitivo y el apretamiento monetario y financiero están debilitando la perspectiva en el consumo, la inversión y las exportaciones, en medio de bajos niveles de inversión fija bruta desde 2018, enumeró Saldaña sobre los riesgos para la economía mexicana.