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Después de una fuerte recuperación en 2021, la Asociación Latinoamericana del Acero (ALACERO) consideró que la industria latinoamericana de acero inició el 2022 con cautela frente al contexto global.
Añadió que el consumo regional aumentó 26.6% en 2021, y se espera una leve baja de 2.1% para 2022.
Según información publicada en el medio ReportAcero, la producción de acero crudo aumentó 15.7% en 2021 frente al año anterior, al producir un total de 64.8 millones de toneladas; mientras que la producción de acero laminado tuvo un incremento de de 19.5% (55.7 Mt). Mientras que el año terminó con un consumo regional total de 74.8 Mt, lo que representa un aumento del 26.6% con respecto al año anterior (59.1 Mt) y del 15.4% con respecto a 2019 (64.8 Mt). Las exportaciones que alcanzaron las 9.0 Mt, un 19,9% más que en el 2020 (7.5 Mt).
“Los números del año pasado muestran una vez más la fuerte resiliencia de nuestro sector, impulsada por la construcción, los sectores agrícolas y automotriz”, apunta Alejandro Wagner, director ejecutivo de Alacero.
“Para 2022 se espera que una leve caída de 2.1% del consumo aparente, principalmente debido a una fuerte recomposición de stock en la cadena. Aún así, es un buen nivel respecto a los años pre-pandémicos (2017-19 el promedio 66.1 Mt/año)“, complementó Alejandro.
Sin embargo, en febrero de 2022, la producción de acero crudo disminuyó un 6.8% respecto al mes anterior, alcanzando las 4.8 Mt.
El déficit comercial acumulado de 2021 todavía es crítico, un 63.5% superior al del año anterior, con -19.8 Mt. “Todavía no hemos salido del período de incertidumbre, al contrario, comenzamos un año con incertidumbres domésticas con elecciones, inflación y políticas monetarias estrictas que pueden llegar a impactar en la actividad industrial.
“Y a todo eso se suma la incertidumbre de un conflicto global, con el alza en el precio de las materias primas siderúrgicas, bien como el costo de la energía global”, concluye Alejandro Wagner.
Otra influencia importante para el sector del acero en 2022 es el impacto del conflicto entre Rusia y Ucrania. Ucrania es el 14° mayor productor de acero bruto (21.4Mt en 2021) y el octavo mayor exportador de acero del mundo (15Mt en 2021), de acuerdo con datos de OECD. Otro estudio de la misma organización indica que Rusia es el noveno mayor exportador de mineral de hierro del mundo, con una producción de 25.7Mt en 2020 y el tercer mayor exportador de carbón.
Por eso, el conflicto entre los países podría llegar a impactar los precios de las materias primas sustancialmente.
“El mercado internacional tuvo que buscar nuevas alternativas ante la indisponibilidad de contar con acero y materias primas de Ucrania o Rusia. Esto afecta principalmente a Estados Unidos y Europa, aunque no se descartan afectaciones en algunos países de Am. Latina.
La situación ha provocado que ante la baja de la oferta por la indisponibilidad de contar con suministros de Ucrania o Rusia haya una situación generalizada en el mundo de aumentos de precios, ya sea porque esos nuevos suplidores tienen costos más elevados, o por la simple sobre demanda de materia prima que tienen algunos suplidores”, señala Alejandro Wagner.
A la par, existe otro factor que perjudica a los países de América Latina con la compra de acero: los índices de inflación.
Los gobiernos subieron las tasas de interés para contenerla, pero, con las elecciones de 2022 en curso, los cambios en las líneas políticas pueden impactar en la implementación de reformas económicas.
“Entonces, es importante buscar el equilibrio entre la demanda y la producción y también la cooperación de los países para seguir logrando mejores resultados. Por ejemplo, hay oportunidad para modernización y renovación de la industria del acero con nuevas inversiones verdes a mediano y largo plazo, porqué la renovación en un momento de escasez de energía causaría el aumento de los costos”, concluye Alejandro Wagner.
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