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Instituciones financieras y miembros del parlamento serán sujetos de las sanciones que buscan ahogar a Rusia y evitar a toda costa que obtenga financiamiento en los mercados internacionales.
Si Rusia invade Ucrania, que el costo sea elevadísimo y de largo plazo.
Esa parece ser la consigna, a juzgar por las sanciones que han anunciado ya los gobiernos de los Estados Unidos, la Unión Europea y el Grupo de los 7 (G/) conformado por las economías más desarrolladas del mundo.
El pasado martes, el presidente de Estados Unidos anunció una congelación de los activos y prohibirá las operaciones comerciales de empresas estadounidenses con los bancos rusos VEB y Promsvyazbank. Este último, cabe señalar, es una institución militar y uno de los más relevantes para el sistema financiero ruso, según el banco central de ese país.
En tanto, Reino Unido aplicará medidas contra Rossiya, IS Bank, GenBank, Promsvyazbank y Black Sea Bank.
Los inversionistas estadounidenses no pueden comprar deuda rusa denominada en dólares desde el 2014 y los bancos de ese país no pueden participar en el mercado primario ruso de bonos no denominados en rublos desde 2019, así como de los denominados en rublos desde el año pasado.
Sin embargo, el Departamento del Tesoro ha anunciado ahora que las sanciones prohibirán a los bancos estadounidenses participar en el mercado secundario ruso de bonos, a partir del primero de marzo de 2022.
Adicionalmente, la Unión Europea aplicará sanciones a 351 miembros del parlamento ruso —así como a 27 individuos e instituciones— que han sido acusadas de atentar contra la soberanía ucraniana.
La UE también aplicará un bloqueo comercial a las regiones separatistas Donetsk y Lugansk, una medida que ya se adoptó cuando Rusia anexó la Península de Crimea, en el año 2014.
Alemania en lo individual, anunció que ha pospuesto de manera indefinida la certificación del gasoducto Nord Stream 2, que llevaría gas ruso a Europa Central se convertiría en una importante fuente de ingresos para el gobierno de Putin.
Por Redacción Revista Fortuna