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La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) ajustó sus previsiones de crecimiento económico para la Región durante 2022 de 2.9% a 2.1%, mientras que las de México bajaron a 2.9% desde el 3.2% fijado en agosto pasado.
De acuerdo con el documento “Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe 2021”, el organismo indica que la Región desacelerará su paso desde un crecimiento esperado de 6.1% al cierre de 2021, cuando México habría colocado una tasa de 5.8 por ciento.
La Cepal advierte que la inversión y productividad son un problema estructural en América Latina y el Caribe “que condicionan la posibilidad de sostener una recuperación más allá del repunte del PIB en 2021”.
Las economías avanzadas serían las únicas que retomarán desde 2022 una trayectoria de crecimiento prevista antes de la Pandemia, mientras que en el caso de las emergentes esta condición no se verá hasta el 2025.
La Cepal resalta en su informe que hay incertidumbre y profundas asimetrías entre los países desarrollados y aquellos en vías de desarrollo, sobre todo en las que tienen que ver con la capacidad de respuesta de políticas macroeconómicas, productivas, sociales y de salud ante la mayor crisis económica y sanitaria en décadas, con claras “divergencias en la velocidad y recuperación respecto a crecimiento e inversión”.
Sin embargo, el organismo destaca que la primera economía mundial, Estados Unidos y el gigante China contraerán su ritmo de crecimiento, mientras que América Latina y el Caribe enfrentarán un contexto externo menos favorable, una fuerte desaceleración en su crecimiento, menor espacio fiscal, presiones inflacionarias y volatilidad cambiaria.
La economía de EU pasaría de un marcado crecimiento al término de 2021 de 6% a un nivel de 3.9% en 2022, en tanto que el de China bajará a 5.7% desde la tasa de 8% alcanzada el año anterior.
Con base en indicadores económicos de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y otros organismos, la Cepal indica que el crecimiento del comercio global pasará desde un nivel de +10.8% alcanzado durante el año pasado a +4.7% al término de 2022
Para el organismo dependiente de la ONU, es “esencial” mantener el crecimiento a partir de políticas fiscales y monetarias coordinadas para priorizar los desafíos del crecimiento con la estabilidad monetaria-financiera.
Durante 2022 la Cepal avizora riesgos claros que podrían “complejizar” el manejo de la política fiscal, asegura, y cita la propia desaceleración de las economías, la baja inversión y una generación insuficiente de empleos.
Presiones inflacionarias, mayores tasas de interés en la medida que se normaliza la política monetaria en los países desarrollados y que las autoridades regionales toman medidas para responder a las crecientes presiones inflacionarias.
Depreciaciones de las monedas locales y posibles deterioros en las calificaciones crediticias soberanas.