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A partir de un método propio, científicos de la UNAM obtuvieron hidrógeno, el cual, revelaron, podría ser útil para generar combustible renovable y no contaminante, ya que su único residuo es vapor de agua.
A través de un comunicado la UNAM dio a conocer que el estudio se realiza desde hace ocho años en el Grupo de Catálisis y Procesos de Superficie, perteneciente al Departamento de Micro y Nanotecnología del ICAT.
Sus contribuciones, afirmó el director del Instituto y titular de la investigación, Rodolfo Zanella Specia, han merecido la publicación de varios artículos científicos.
Asimismo, el experto explicó que en el estudio han utilizado el óxido de titanio, el cual combinan con otros óxidos como el de zinc, de tungsteno o de bismuto para formar un óxido mixto al que, ya en forma nanométrica, se le agregan en la superficie minúsculas partículas de otros óxidos y nanopartículas metálicas, que pueden ser de oro, plata, cobre, rodio, paladio, platino, níquel o cobalto.
A continuación, señaló, al haber cargas positivas y negativas en el sólido, es fácil que se recombinen, pues se atraen y se generan partículas neutras, con lo que se pierde la oportunidad de llevar a cabo los procesos fotocatalíticos.
“Lo que nosotros hacemos para volver más eficiente al catalizador es modificarlo superficialmente con nanopartículas de metales para usarlas como trampas o bombas de electrones, las cuales atraen el electrón hacia sí y evitan que se recombinen con la carga positiva, y permiten que le dé tiempo a ese electrón de llegar a la superficie del fotocatalizador, reaccionar y llevar a cabo el proceso fotocalítico”, detalló Zanella
Por otro lado, expuso que este hidrógeno que se produce a partir del agua puede hacerse reaccionar con dióxido de carbono a través de procesos catalíticos, para generar combustibles como metano, metanol o etanol.
“A este proceso se le llama fotosíntesis artificial, pues tratamos de reproducir, de forma sencilla, la fotosíntesis de las plantas”, expresó.
Así, los compuestos que se producen en este proceso catalítico, explicó Zanella, pueden utilizarse posteriormente como combustibles, con la ventaja de que no introducen dióxido de carbono adicional a la atmósfera.
Finalmente, el experto aclaró que esta segunda etapa se encuentra en proceso de desarrollo en el ICAT.
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