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Mientras 29 millones de campesinos subsisten en condiciones de miseria, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público falla en la capitalización del sector rural. Casi 400 millones de pesos destinados a esta tarea muestran irregularidades en la cuenta pública 2007, dice la ASF. El Colegio de Postgraduados revela que el programa de capitalización ni siquiera cuenta con un padrón de beneficiarios
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) fracasa en la capitalización del campo mexicano. El Fondo de Capitalización e Inversión del Sector Rural (Focir), operado por la dependencia que encabeza Agustín Carstens Carstens, presenta irregularidades por 389 millones 346 mil 800 pesos en el primer año de la administración de Felipe Calderón Hinojosa.
De acuerdo con el Informe de resultados de la revisión y fiscalización de la cuenta pública 2007, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) fiscalizó 476 millones 261 mil 200 pesos, de los que detectó que el 81 por ciento de los recursos presentaba inconsistencias.
El fondo, constituido una vez que entró en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, con Estados Unidos y Canadá, incumplió con los propósitos de apoyar proyectos y empresas; generar empleos, beneficiar a productores, promover la capitalización del sector rural e incentivar la inversión de largo plazo en la agroindustria.
Ello significa que el Focir no respondió a la situación del campo mexicano, en donde habitan 29.9 millones de personas en condiciones de pobreza. El documento El sector rural del siglo XXI –elaborado por el Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria (CEDRSSA) de la Cámara de Diputados–, indica que 18.1 millones de personas que habitan en este sector viven en los municipios de muy alta y alta marginación.
Sólo 5 millones 338 mil personas cuentan con una ocupación en los sectores agropecuario, forestal y pesquero.
De estas cifras, 3.8 millones de jornaleros agrícolas “se distinguen por su inseguridad laboral; elevadas cargas de trabajo en condiciones inapropiadas de seguridad e higiene en sus lugares de estancia y trabajo”, precisa el CEDRSSA.
Sujeto a la Ley de Desarrollo Rural Sustentable, que establece que el Estado promoverá la capitalización del sector por medio de obras de infraestructura básica y productiva, servicios a la producción y apoyos directos a los productores, entre otros, el Focir no cuenta con definición de estrategias y prioridades de mediano y corto plazo ni con la organización de recursos para alcanzarlas, dice la ASF.
El fondo, creado como entidad de primer piso, es decir que tenía la capacidad de entregar apoyos directos a los productores del campo, cambió su “modelo de negocios” en 2004 para crear un fondo de inversión de capital de riesgo mixto, preferentemente con capital privado, y otorgar servicios integrales de inversión a la agroindustria.
Las observaciones
En el desglose de cifras por 389 millones 346 mil 800 pesos, el 54 por ciento (212 millones 250 mil pesos) del presupuesto comprometido para inversión financiera ni siquiera apareció en los libros contables del fondo. Así como otros 5 millones 346 mil 800 que aparecían como disponibilidades, “sin localizarse en el estado de cuenta bancario”.
La ASF hace hincapié en que, de acuerdo con el artículo 114 de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, se sancionará a los servidores públicos que “no lleven los registros presupuestarios y contables en la forma y términos que establece esta ley, con información confiable y veraz”.
Otros 53 millones 250 mil pesos asignados para el servicio de cobertura no contaron con el contrato que formalizara la operación. Las Reglas de Operación del Focir establecen que para acceder al apoyo que se brinda mediante la modalidad de servicios de cobertura, se debía cubrir, entre otros, el procedimiento siguiente: “Si el solicitante acepta los términos y condiciones de autorización, se procede a elaborar el contrato en el cual se establecen las condiciones en que se formalizará la operación… Una vez formalizada la operación, Focir realizará los asientos contables que sean pertinentes”.
Por este motivo, la ASF promueve que el Órgano Interno de Control en el Focir realice las investigaciones pertinentes y finque responsabilidades derivadas de las omisiones de los servidores públicos que realizaron el registro contable de más de 53 millones de pesos, sin contar con el contrato que formalizara la operación del servicio de cobertura.
Con respecto del capital de riesgo del Focir, en 2007 la ASF detectó que, por cada 100 pesos registrados, el 92.3 por ciento se encontraba en cartera vencida.
La ASF indica que ese año Focir registró una cartera total de 407 millones 211 mil pesos, de los cuales 221 millones 86 mil pesos corresponden a capital de riesgo y 186 millones 125 mil pesos en crédito.
El máximo órgano de fiscalización indica que la cartera de capital de riesgo representó el 52.8 por ciento del presupuesto otorgado. Lo que significó una minusvalía del 47.2 por ciento, es decir 197 millones 905 mil pesos para el fondo.
Empresas beneficiadas
El Focir documentó como beneficiarias a ocho empresas, a las cuales aportó recursos por 83 millones 504 mil 500 pesos. La ASF detectó que hay inconsistencias por el 89 por ciento de los beneficios.
Entre las que podrían representar una irregularidad en el manejo de los recursos, se encuentra Frigorífico de Occidente, con 38 millones 875 mil pesos.
Le siguen Oleosur, con 25 millones 919 mil 200 pesos, y Plantaciones del Soconusco, con 10 millones 38 mil 200.
Para la asignación de recursos de estas últimas empresas, el Focir señaló –mediante el oficio FCR.DGAFSI.016.01/09, del 29 de enero de 2009– “que las metas programadas se establecieron conforme al porcentaje estimado a utilizar en las fases iniciales de inversión de los proyectos apoyados en dichas empresas; sin embargo, la entidad no proporcionó evidencia suficiente para sustentar lo anterior”.
Otras de las que obtuvieron recursos del fondo fueron Nafta Fund of Mexico Management, 5 millones 884 mil 100 de pesos; Servicios de Empaque y Comercialización de la Ganadería Sonorense, 2 millones 198 mil pesos; Biofábrica Siglo XXI, 340 mil pesos; ADM Bebidas Naturales, 170 mil pesos, y Genética Cuka, 80 mil pesos, de ésta no se acreditaron las evidencias suficientes para determinar las metas por las que les fueron asignados los recursos.
Focir reprobado
La Evaluación externa 2007 para el Programa de Capital de Riesgo y para el Servicio de Cobertura que opera el Focir con recursos fiscales 2007, elaborada por el Colegio de Postgraduados, indica que dicho programa carece de una definición de su población objetivo.
“La población objetivo y la población potencial, que presentan el problema que es la falta de capitalización en el sector rural, no están claramente definidas, debido que no existe un padrón de beneficiarios potenciales”, precisa.
El Colegio de Postgraduados indica que según las Reglas de Operación del Programa la población objetivo está definida como todas las “personas físicas o morales y grupos dedicados a las actividades agropecuarias y agroindustriales de todo el país que lleven a cabo proyectos para acopio, comercialización y transformación, preferentemente en regiones que presentan potencial productivo como son: ejidatarios, comuneros, propietarios rurales, asociados entre sí, o con inversionistas que cuenten con proyectos productivos en el medio rural”.
Suma a los inversionistas de capital privado nacionales y extranjeros que realicen inversiones de capital de riesgo en empresas agroindustriales mexicanas o establecidas en territorio nacional.
Con la revisión del documento, la ASF verificó que “la población objetivo y potencial del programa no están claramente definidas, debido a que no existe un padrón de beneficiarios potenciales, además de que el programa no cuenta con información sistematizada que permita conocer la demanda total de apoyos”.
Asimismo, que no cuenta con instrumentos que permitan medir el grado de satisfacción de la población objetivo a la que atiende.
Las cifras del campo
Mientras los recursos millonarios destinados a la “capitalización” del campo mexicano carecen de estrategias y planeación, según la ASF, las remesas (tercera entrada de divisas al país) que envían los emigrantes del sector también caen ante la recesión económica que padece el principal socio comercial del país, Estados Unidos.
El Fondo Monetario Internacional advirtió en su documento Perspectivas económicas. Las Américas: los fundamentos más sólidos dan dividendos que “en el caso de México se estima que las remesas –calculadas en dólares– disminuirán 10 por ciento y sólo se recuperarán gradualmente a medida que se recupere el crecimiento en Estados Unidos”.
El país recibió en 2008 remesas por 25 mil 145 millones de dólares, una cantidad menor en 3.6 por ciento a la de 2007, según reporta el organismo internacional.
A ello se suma, según el centro de estudios de la Cámara de Diputados, que, en los últimos 15 años, los 5 millones 338 mil personas dedicadas a alguna actividad agrícola, forestal y pesquera “no han generado mayores empleos” y se encuentran en una situación de “estancamiento”.