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La aerolínea mexicana que inauguró la era del bajo costo en el mercado mexicano de la aviación comercial protagoniza, hasta ahora, un modelo único de administración con el que busca evadir los factores negativos que han puesto en jaque a este sector.
En las oficinas del fondo Discovery Americas se decidió que la participación de sus inversionistas en el sector de la aviación no se presentaría de la manera tradicional.
Desde principios de 2002, su equipo de analistas y estrategas había venido estudiando el modelo de bajo costo que en la aviación europea estaba dando resultados. Por ello, descartaron participar en una aerolínea como Aeroméxico y Mexicana de Aviación. Tenían que comenzar desde cero.
Fue así como, luego de la solicitud de Discovery Americas, inició en México la era de las aerolíneas de bajo costo porque tras el proceso de este fondo ante la Dirección General de Aeronáutica Civil de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) para obtener la autorización se presentarían otra decena de solicitudes.
Hoy, a cuatro años de que inició su primer vuelo en el aeropuerto de la ciudad de Tijuana, los directivos del fondo aseguran que con Volaris administran – sin temor a equivocarse – la única aerolínea rentable en el mercado mexicano, la única – dicen – que está dando utilidades a sus accionistas.
Es cierto, concede Carlos Mendoza, uno de los fundadores del fondo de capital privado Discovery y, por supuesto, de Volaris, seguramente algunos de sus competidores están a punto de alcanzar el punto de equilibrio pero – apunta – “Nosotros ya estamos ganando dinero”.
En serio, una low cost
Dos de los socios originales en Volaris – Televisa e Inbursa – habrían logrado rendimientos de 16% en términos anuales. Estas compañías desinvirtieron de la aerolínea pero, sin duda, realizaron un buen negocio pero no del nivel que ahora Discovery Americas espera concretar. Al menos, buscan duplicar ese rendimiento. A la salida de Televisa e Inbursa, Volaris invirtió 25 millones de dólares para incrementar su participación. Junto con este aumento de capital también se registró la participación de un fondo dedicado al sector de la aviación, Indigo Partners, la aerolínea TACA e inversionistas institucionales a través de Certificados de Capital de Desarrollo (CKDs).
Volaris, de acuerdo con datos del sector, es ya el segundo operador más grande de México y uno de los más eficientes a nivel mundial. De hecho, esta aerolínea de bajo costo se prepara ya para llegar a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), un hecho relevante tomando en cuenta que tanto como Aeroméxico como Mexicana de Aviación tuvieron que destilarse del mercado de capitales ante las constantes reestructuras en su operación.
Luego de la interrupción de operaciones de Mexicana de Aviación – como resultado de los desacuerdos entre los sindicados de pilotos y sobrecargos, Volaris se convirtió en la segunda aerolínea en volumen de pasajeros. De acuerdo con el indicador de costo por asiento y milla disponible, Volaris se encuentra ahora entre las cinco mejores aerolíneas del mundo. La comparación se realiza con aerolíneas que operan más de 200 aviones como Ryan Air y Air Asia.