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El gobierno de Donald Trump declaró que el fentanilo ilícito se asemeja más a un arma química que a un narcótico. “Dos miligramos, una cantidad traza casi indetectable equivalente a entre 10 y 15 granos de sal de mesa, constituyen una dosis letal. Cientos de miles de estadounidenses han muerto por sobredosis de fentanilo”, dijo el mandatario en un comunicado de la Casa Blanca.
Trump indicó que la producción y venta de fentanilo por parte de organizaciones terroristas extranjeras y cárteles financia las operaciones de estas entidades —que incluyen asesinatos, actos terroristas e insurgencias en todo el mundo— y les permite socavar la seguridad nacional y el bienestar de su nación.
Aseguró que los dos cárteles, predominantemente responsables de la distribución de fentanilo en Estados Unidos, se involucran en un conflicto armado por territorio y para proteger sus operaciones, lo que resulta en violencia y muerte a gran escala que van más allá de la amenaza inmediata del fentanilo en sí.
