Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 10 segundos
Esta es una de las preguntas más importantes que puedes hacerte en estas fechas de reflexión y cambio. De la misma manera, la pregunta ¿qué tan rápido quieres llegar ahí?; así como: ¿qué compromiso real estás dispuesto a asumir para alcanzarlo?, constituyen desde mi parecer la mejor forma de fijar el rumbo de tu destino y de tu vida empresarial.
La mayoría de nosotros no nos fijamos metas, muy probablemente por temor al rechazo, al qué dirán, o bien por temor a ser diferentes. Si llegamos a pensar en algo, lo que la mayoría de nosotros hace es tan sólo hablar de forma general, por ejemplo, quiero tener mayores ventas, o quiero tener más empleados, cuando hacemos esto es definir buenos deseos que se supone nos gustaría o deberíamos obtener, pero de una forma general y sólo hablada.
Otros pocos fijamos metas, es decir, lo hacemos de forma más específica, más concreta, pero no lo ponemos por escrito, no comprendemos que la mejor forma de conectar al inconsciente con el consciente es escribiendo. De hecho, en un estudio que se realizó en la universidad de Yale en la década de los 50, se percataron que tan sólo 3 por ciento de los graduados tenían metas sobre lo que querían lograr, y 20 años después cuando se contactó de nuevo a los miembros de la generación, 3 por ciento original valía 98 por ciento de toda la generación, es decir, 98 por ciento de la riqueza de la generación estaba concentrado en ese 3 por ciento, entonces, ¿será importante contar con metas, claras, específicas, medibles, y determinadas en un tiempo para cumplirse?
Creo firmemente que vale la pena hacerlo, ¿cierto?, por lo menos inténtalo, sino has obtenido lo que dices que quieres tener, ¿qué más da aprovechar la época y escribirlo? Puedes también elaborar un tablero de sueños y colocar tus metas en imágenes. Una vez realizado, has dado el primer paso; ahora, revisa nuevamente lo que escribiste, ¿es realmente grande?, ¿es algo que realmente deseas y vale la pena ir por ello? Por favor no pongas metas pequeñas, tampoco algo que de verdad consideres imposible alcanzar, para mí las metas que escribas son reales, todo es posible si lo crees; es probable que lo único que no sea real, sea el tiempo, pero la meta sí que lo es, en fin, mi consejo es que establezcas retos, ve por más, recuerda que el único limite y obstáculo para alcanzar tus sueños eres tú mismo.
Bien, ya que lo tienes, ¿cómo está el tiempo definido para alcanzarlo?, ¿es alcanzable según tus propias expectativas y creencias?; el siguiente paso entonces es preguntarte y contestar con toda sinceridad: ¿qué compromiso real estás dispuesto a asumir para llegar ahí?, ¿a qué estás dispuesto a renunciar para llegar a esa meta que fijaste? Comprendamos de una vez, que lo que separa tu vida actual de tu vida deseada es tu verdadero compromiso en tenerlo; en la mayoría de las veces, nos paraliza el miedo y/o preferimos hacer lo que “queremos” y “nos gusta” hacer, en lugar de hacer lo que “debemos” hacer para lograrlo, Es como cuando compramos algo, casi siempre adquirimos lo que “queremos” y no lo que “necesitamos” y después nos quejamos de que no tenemos dinero.
Quiero que comprendamos que lo que produce un dolor ahora, traerá un placer en el futuro; y lo que produce un placer en el futuro inmediato, a largo plazo te traerá un dolor. Tú decides, así que de verdad, ¿cuál es tu compromiso real?, ¿estás dispuesto a trabajar fines de semana?, ¿estás dispuesto a aprender, estudiar y aplicar los conocimientos para obtener la mayor experiencia posible?, ¿estás dispuesto a trabajar 16 horas al día? Bien esta es tu decisión, sólo tú como cualquier otro ser humano tiene la única y grandiosa facultad de crear su propia vida y su propio destino. Mucha suerte.
*Coach Arturo Chávez