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En sus primeras entrevistas, Marcelo Ebrard, futuro secretario de Economía, delineó retos y oportunidades del siguiente gobierno.
Ayer fue designado como el futuro secretario de Economía y hoy, Marcelo Ebrard, ya tiene claros los principales retos y oportunidades que tendrá en esta materia el gobierno que encabezará Claudia Sheinbaum Pardo.
Así lo dejó ver ya en sus primeras entrevista, luego de su designación.
“Como reto principal veo, o visualizo, la revisión o renovación del tratado de libre comercio con Estados Unidos”, dijo al programa de Carmen Aristegui.
La revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) está pactada para el año 2026 y los trabajos comenzarán a partir del año próximo.
“Va a ser un reto porque, cualquiera que sea el resultado de la elección en los Estados Unidos en noviembre, hay un nuevo consenso en Estados Unidos muy proteccionista en función o como reacción de la creciente presión, competitividad, que representa China”.
Marcelo Ebrard recordó que la industria automotriz china es muy poderosa —y ha buscado expandirse en el mercado mexicano— “y va a ser una fuerte presión a la industria automotriz de los Estados Unidos y de los países europeos”.
EBRARD: NEARSHORING, LA OPORTUNIDAD
Por el contrario, Marcelo Ebrard consideró que la principal oportunidad para el gobierno que encabezará Claudia Sheinbaum Pardo será el proceso de relocalización de inversiones conocido como nearshoring.
“Por la misma dinámica de esta competencia económica hay una relocalización de empresas norteamericanas, pero también europeas en menor medida, hacia Norteamérica o hacia otras zonas en Asia quedo sean China”, detalló Ebrard.
“Esa parte que se va a relocalizar en Norteamérica —agregó— es donde México puede, en el corto plazo, estos próximos seis años, traer inversiones de gran calado que signifiquen empleos mucho mejor pagados”.
“No es traer empresas porque tengas una mano de obra más barata sino porque hay una decisión geopolítica de la relocalización”, agregó.
Ebrard puso como ejemplo el cluster que se construye en Estados Unidos —específicamente en Arizona— para la fabricación de microprocesadores que hoy deben ser importados desde Asia, casi en un 80%, para la industria automotriz.
