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En su segunda reunión de política monetaria de 2024, a celebrarse esta semana, tanto el Banco de México (Banxico) como la FED pueden mantener posturas menos flexibles a las originalmente previstas. Si bien en México la tendencia de la inflación clave empuja a pensar en un primer recorte el jueves próximo, tras más de 2 años y medio de incrementos consecutivos, los responsables de política no se pronunciarían por el inicio de un ciclo de ajustes.
Expertos señalan que, conforme al consenso, el Banco de México (Banxico) determinaría el jueves próximo un ajuste de 25 puntos base (pb) en la tasa de interés referencial, con niveles de 11.25% desde mayo de 2023. Sin embargo, al menos en lo que resta del año, descartan que se trate del comienzo de un ciclo bajista.
El último informe trimestral de inflación de Banxico, al igual que las minutas de la reunión de política del 8 de febrero, de hecho, exponen un balance de riesgos sesgado al alza ante presiones derivadas de los impactos de los precios de los servicios y de ciertas mercancías alimenticias.
En su investigación económica más reciente sobre México, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD, por sus siglas en inglés) advierte que los riesgos de inflación en el país “son altos”, lo que incluye un repunte en los precios del petróleo, los efectos indirectos de los precios internacionales de alimentos, además de las “graves condiciones de sequía en algunos estos mexicanos”.
“La política monetaria debe seguir siendo restrictiva para garantizar que la inflación disminuya duraderamente hacia su objetivo. Esto requeriría mantener la tasa sin cambios en su nivel actual, y
comenzando a reducirla en función de los datos entrantes”, alertó el organismo internacional, que reconoce la manera “decisiva” con la que el banco central mexicano respondió a las presiones que condujeron la inflación a niveles de 8.7%, a mediados de 2022.
En febrero pasado, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) creció a tasas de 4.40%, por debajo de los estimados de 4.73% y también inferior a la tasa de 4.88% alcanzada en enero.
“Creemos que la autoridad monetaria podría enfatizar que las decisiones se harán reunión por reunión, sin señalizar que es el inicio de un ciclo acomodaticio. Esto apoyaría nuestra visión de una pausa en mayo”, señaló a su vez Juan Carlos Alderete, director ejecutivo de análisis económico de Grupo Financiero Banorte.
FED no se confía
La Reserva Federal de Estados Unidos (FED) realizará a partir de mañana su reunión de política monetaria de dos días, que incluye en esta ocasión la divulgación de sus proyecciones económicas.
Un reporte del fin de semana del banco de inversión inglés Barclays menciona que la FED mantendría sin cambios el rango objetivo de las tasas de interés en la primera economía mundial, de entre el 5.25% al 5.50%.
Los últimos datos de inflación y de la actividad productiva de EUA “probablemente socavaron la confianza del FOMC en que la inflación está en camino de crecer con un regreso sostenido a (niveles de inflación) de 2%, mientras la economía sigue siendo resiliente”, dijo, sobre la posible determinación del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), el máximo órgano de decisión sobre tasas de interés en ese país.
El Índice de Precios al Consumidor de EUA desaceleró marginalmente en febrero, pero continuó en torno a un crecimiento de 0.4% a tasa mensual, donde la sorpresa alcista provino de los precios de los bienes básicos, que registraron su primer incremento desde mayo del año pasado.
Para Barclays, pese a un mal dato de ventas minoristas en febrero, los fundamentos económicos en EUA siguen “respaldando la reanudación del crecimiento”. Ante este panorama, el FOMC indicaría en sus proyecciones un aumento de la Inflación Básica (PCE) de 0.2 puntos base (pb) para 2024, y de 0.1 pb para 2025.
Según Barclays, la economía estadounidense crecería a tasas de 2.6% y de 1.5% en 2024 y el próximo año, respectivamente, tras el crecimiento de 2.5% del año pasado.
“En línea con esto, también creemos que al menos tres participantes (del FOMC) verán la necesidad de una política más estricta de lo esperado anteriormente, lo que implica un aumento de 25 puntos base en los puntos medianos de 2024 y 2025”, aseveró, sobre un escenario contrario a lo que originalmente sugería un ciclo de recortes.
La firma financiera apuesta que, en materia de tasas de interés, en EUA habría únicamente dos recortes este año, seguidos de cuatro durante 2025. El caso de México tampoco “descuadra” en materia de política monetaria, y, al menos a lo largo de 2024 no habrá prisas en los ajustes.
“Será importante si señaliza, o no, el inicio de un ciclo acomodaticio”, señaló Alderete, de Banorte, sobre el comunicado de política del Banco de México del próximo jueves.
“Creemos que no será así, apoyando nuestra visión de una pausa en mayo. Por un lado, la estabilidad en las expectativas de inflación, los ajustes de tasas en otros emergentes y la fortaleza del peso mexicano ayudarán a justificar la reducción. No obstante, un balance de riesgos para los precios que todavía está sesgado al alza y un menor margen de maniobra respecto al Fed limitarían una retórica más dovish”, dijo.