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Primero Bancomer y ahora Santander aprueba dividendos por 565 millones de dólares
Por Alejandro Martínez
En medio del debate que se generó en el Foro Económico Mundial en Davos al darse a conocer la “Regla Volcker” con la cual el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pretende regular a los grandes bancos, la propuesta ganó adeptos en toda Europa. En México, mientras tanto, el gobierno federal se truena los dedos para encontrar el hilo negro para que los bancos extranjeros con operaciones en el país otorguen créditos al sector empresarial en lugar de transferir recursos multimillonarios a sus controladoras.
A finales del año pasado, el gobierno federal se quedó con el ojo cuadrado al ver que después de 42 años, en el renglón de Inversión Extranjera Directa (de la Balanza de Pagos del tercer trimestre de 2009) se registró una cifra negativa de 637 millones de dólares. Pero esa cifra sólo es el saldo porque realmente entre octubre y diciembre del año pasado se fugaron poco más de 1,400 millones de dólares.
El Banco de México (Banxico) que en noviembre del año pasado todavía era gobernado por Guillermo Ortiz, se limitó a informar: “el flujo negativo de Inversión Extranjera Directa observado en trimestre que se reporta se deriva de la decisión de una compañía de disponer de recursos del capital de su filial en México”.
Y ya sabe. El refrán popular dice que “entre gitanos no se leen la mano”. Pues bien, sólo un par de grupos financieros de peso (obvio, extranjeros) se atrevieron oficialmente a replicar que el saldo negativo era decisión de una empresa”. Aunque Off the record o en forma extraoficial señalaron como responsable al español “Banco Bilbao Vizcaya Argentaria” (BBVA) que en México controla a 43 empresas (sin considerar fideicomisos), de las cuales la unidad más importante es el banco BBVA Bancomer, institución que además es la firma bancaria más grande del país, para la holding española concentra aproximadamente el 70% de las utilidades del grupo financiero en el territorio nacional.
Además de los rivales comerciales de Bancomer que lo señalan extraoficialmente como el responsable de la multimillonaria fuga o repatriación de capitales, una autoridad de peso en el gobierno federal también los identifica a ellos como los autores.
Los que saben, dicen que la repatriación de capitales en el tercer trimestre de 2009 se hizo a través de Puerto Rico, nación que recibió de México más de 1,200 millones de dólares. Además comentan que en ese país los españoles tienen entre sus cartas fuertes al Banco Bilbao Vizcaya Argentaria Puerto Rico y al BBVA International Investment Corporation. Esta última, en una operación un operación poco detallada por los españoles, firma que recibió el año pasado más de 520 millones de pesos por la disminución de capital del Grupo Financiero BBVA Bancomer. Aunque en otra operación se aprobó un incremento de capital por el mismo monto en la misma unidad mexicana del BBVA.
Por otra parte, aunque no se mencionó la fecha del pago, en mayo de 2009, el BBVA aprobó que su unidad BBVA Bancomer pagara dividendos por casi 11,900 millones de pesos (934 millones de dólares, al tipo de cambio de 12.7388 pesos por billete verde).
Un punto a destacar es que el pago de dividendos de la banca mexicana a sus holdings extranjeras (es una de las dos formas legales, la otra es a través de créditos relacionados) se tiene autorizado por el ente regulador del sistema (Comisión Nacional Bancaria y de Valores, CNBV).
Sin embargo, ese pago de dividendos legal, altera el objetivo del Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012 del presidente Felipe Calderón que en materia bancaria pretende asegurar una mayor y mejor intermediación financiera para incrementar la disponibilidad de recursos crediticios para la producción.
En ese escenario. Hace un par de semanas (el 22 de enero), el banco español que preside Emilio Botín, Santander, recolectó de sus unidades en México 565 millones de dólares, cifra que resulta al considerar un tipo de cambio de 12.7388 pesos por dólar y los 7,200 millones de pesos de dividendos que pagaron tres de sus divisiones en el país.
De los dividendos decretados por el consejo de administración de Santander en México, el 56 por ciento proviene del Grupo Financiero Santander, el 42% de Banco Santander y el poco menos del 3% de la Casa de Bolsa Santander.
Habrá que esperar a ver que dice al respecto el flamante titular de la SHCP, Ernesto Cordero Arroyo, o bien el Jefe de la Unidad de Banca, Valores y Ahorro de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Guillermo Zamarripa o el Presidente de la CNBV, Guillermo Babatz, sobre la decisión de repatriar los 565 millones de dólares por parte del “Mejor Banco del Mundo” (según la revista The Banker), Santander, de su unidad en México, la cual encabeza en México Marcos Martínez Gavica.
Además habrá que estar al tanto si otros no hacen lo mismo. Por ejemplo, el Citigroup con Banamex o el HSBC o Scotiabank.
Kraft y Cadbury ¿Y Bimbo?
Por favor todavía no lo divulgue, pero el Grupo Industrial Bimbo se encuentra en una verdadera encrucijada con la adquisición de la inglesa Cadbury por parte de la estadounidense Kraft Foods Inc., una operación de alrededor de 19,600 millones de dólares. Según nuestros “Registros de Cuentas” por ahí del 4 de junio de 2008, el mero-mero de Bimbo, Daniel Servitje, comentó en el “Bimbo Day” que para 2010 pretendían desplazar a la dueña de las marcas Oreo y Ritz de Nabisco de la posición # 1 del mundo, dado que la mexicana ese año se colocó como el segundo mayor productor de pan industrializado en el plantea.
Lo anterior es un punto, el otro con mayor presión es para la división de dulces y golosinas de Bimbo, Ricolino. Con la compra de Cadbury, ahora a la unidad de snack de Kraft (galletas, botanas saladas, golosinas de chocolate, entre otros) se suma un importante portafolio de marcas de dulces y gomas de mascar. Por ejemplo, Cadbury Adams México con sus marcas de chicles Trident, Clorets, Bubbaloo y Chiclets controla más del 80% del mercado mexicano. Esa participación aumentó con sus innovaciones Trident Splash y Chiclets Infinity (estos últimos del spot en TV de la tarántula). A esto habría que agregar, sólo por citar una marca, a las pastillas Halls, además de toda la gama de chocolates de la inglesa.
A la compra de Cadbury habría que sumar la compra de abril de 2008 de la estadounidense Mars, fabricante de chocolates Snickers y M&M, que pagó unos 23,000 millones de dólares por el mayor productor de goma de mascar (chicle) en el mundo, Wrigley. De este último, Bimbo fue su distribuidor exclusivo de enero de 2003 hasta esa fecha de adquisición.
Esas dos mega-adquisiciones acotan la movilidad de Ricolino. Bueno a decir verdad también a rivales de la talla de Sonric’s de Sabritas (Frito-Lay de PepsiCo), Nestlé y Hershey’s, entre otros de menor tamaño. Sólo como “Registro de Cuentas” vale decir que el mercado de dulces y golosinas en México genera ventas anuales por más de 2,000 millones de dólares. Un punto a resaltar es que al parecer Hershey’s decidió abandonar el canal tradicional o “tiendita de la esquina” ya que desde hace tiempo desapareció la presentación individual de sus famosos Kisses por los cuales el consumidor pagaba entre 10 o 15 pesos.
Las sinergias globales que pretende Kraft con Cadbury son del orden de los 675 millones de dólares en tres años. Por ejemplo, en México Cadbury Adams tiene una red de distribución propia (tipo Bimbo con vehículos propios) en las que fácilmente podrán “subir” productos tipo las galletas Nabisco, toda la línea de saborizantes de agua tipo Tang, Clight o Kool-Aid, los chocolates Toblerone, entre otras.
Un punto de que deberá considerar Kraft en México es que dado que el 85 por ciento de la distribución del mercado se hace sobre el changarro (sí, solo el 15% sobre el canal moderno: supermercados y tiendas de conveniencia, tipo Wal-Mart y Oxxo, respectivamente) deberán aprovechar las sinergias para incrementar el margen de comercialización del canal tradicional.
La perspectiva del mercado mexicano es amplía, dado que los niveles de consumo todavía están muy por debajo de los registrados en países latinoamericanos como Argentina y Brasil, y no se diga respecto a Estados Unidos o naciones de Europa.
La consolidación de la industria con las compras de Wrigley por parte de Mars y de Cadbury por parte de Kraft, han despertado los rumores de una potencial asociación de Hershey’s con la suiza Nestlé. Esto último en el plano mundial, pero en el terreno local, habría que ver qué hará Bimbo con su unidad Ricolino.
Dado el tamaño del mercado mexicano y la consolidación global de la industria cervecera, la cervecera holandesa Heineken decidió cambiar el 20% de sus acciones por todo el negocio de bebidas amargas de FEMSA en México (Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma) y Brasil. Ante la compra de la estadounidense Anheuser Busch por parte de la belga InBev, esta última podría en el mediano plazo lanzar una compra hostil por el 100 por ciento de Grupo Modelo.
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