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De endulzarla hasta el empalague, Samuel García ahora está agriando la naranja campaña.
Mientras su compadre y candidato presidencial -su sustituto- anda caminando y grabando sus mensajes propagandísticos hablando de lo nuevo, lo diferente, lo honesto que es Movimiento Ciudadano, a Samuel le explotó en la cara la presunta triangulación de 200 millones de pesos desde su gobierno, pasando por empresas contratistas para llegar, de vuelta, a su cartera vía el despacho de abogados del que aceptó seguir siendo socio.
Dice la oposición: “con razón se bajó de la contienda y no quiso dejar su fuero de gobernador”. Pero no solo se trata del fuero, sino del control que como gobernador, puede tener aún sobre los órganos que podrían buscarle sus trapitos sucios. Solo que no contaba con otro poder, el de la investigación periodística.
Ayer, Grupo Reforma publicó la nota: “Uno de los proveedores más favorecidos con contratos por parte del Gobierno de Nuevo León ha triangulado, por medio de una compañía “hermana”, al menos 202.9 millones de pesos a un despacho jurídico creado por el Gobernador Samuel García y su padre”.
¡Escándalaaaaa!
Samuel tronó ayer en su conferencia de prensa. Muy al estilo 4T, sostuvo que se trata de una campaña mediática en su contra. Lo cierto es que aceptó que sigue siendo socio de la firma jurídica. Y se molestó al punto de dar por terminada su comparecencia ante periodistas cuando se le preguntó que, si sigue siendo socio, recibía actualmente un sueldo, aportaciones o utilidades.
El bombazo informativo no solo le pega a García, sino a las aspiraciones del partido fosfo-fosfo rumbo a la elección del 2 de junio. Porque ¿cómo mantener inmaculado el concepto de “Lo Nuevo” si operan como los viejos políticos? ¿Cómo presumir que son otra generación cuando triangulan como esos dinosaurios que tanto critican?
De aquél soñado 14% de preferencias con las que Samuel García arrancaría su campaña presidencial, Jorge Álvarez Máynez ya perdió 10 puntos. Se ubica en lejano tercer lugar con 4% en las enuestas más serias.
Jorge ya hasta perdió el apellido paterno, por razones de marketing político, y ahora se hace llamar en sus spots como “Máynez, Jorge Máynez”. Seguro fue un consejo de la agencia que lleva la comunicación de Movimiento Ciudadano -esa misma que operó el ‘badabunazo’ para bajar el video de las chelas en el palco-, o quizá de Mariana Rodríguez, o hasta de Samuel. Con la operación ‘200 millones’ Jorge también perdió al mejor y más polémico publicista de su campaña: su compadre.
Faltan 82 días para los comicios, falta mucho por ver. Las campañas apenas comienzan. Puede ser mucho tiempo pero hoy, lo nuevo no lo es tanto: Jorge anda perdido. Y no levanta, aunque el partido dure 90 minutos y el último minuto tenga también 60 segundos, como reza en sus anuncios.
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