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La Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas establece que toda persona tiene derecho a la vivienda. Sin embargo, este derecho está lejos de estar garantizado para muchas personas alrededor del mundo.
Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), hay aproximadamente 100 millones de personas sin hogar en todo el mundo, de las cuales 4 millones se encuentran en el continente Europeo.
En este sentido, un nuevo informe publicado por la Federación Europea de Organizaciones Nacionales que Trabajan con las Personas sin Hogar (FEANTSA) y la Fondation Abbé Pierre detalló que solo 895.000 personas se quedaron sin hogar en Europa el año pasado.
El sinhogarismo también conocido como sintechismo, se refiere al fenómeno social de las personas que carecen de un lugar permanente para residir y que se ven obligadas a vivir a la intemperie, ya sea en la calle, en los portales de viviendas o temporalmente en albergues, normalmente a causa de una ruptura encadenada, brusca y traumática de sus lazos económicos, familiares y sociales.? Generalmente, esta condición va acompañada además de la carencia de un medio de vida.
Andrew Funk, fundador de Homeless Entrepreneur, en entrevista para Futureamos explicó que la razón principal porque la gente está en situación sin hogar, es porque no puede pagar alquiler de forma sostenible.
“Desde ahí hay muchos obstáculos en el camino, pero entendemos que tenemos que crear un mejor diseño de lo que significa hogar y también de lo que significa trabajo, porque sin trabajo, sin ciudadanía activa, no es posible pagar un hogar”.
La misión de Homeless Entrepreneur es promover el empoderamiento económico y la reducción de la pobreza a través del trabajo y la ciudadanía activa gracias a la colaboración pública-privada, para que las personas que viven en la exclusión social puedan mejorar su calidad de vida.
Por ello, ha puesto en marcha tres programas principales; uno es una línea telefónica y está diseñada para recopilar data sobre las personas en situación sin hogar para conectarles con recursos disponibles.
“Porque si no sabemos los datos existentes, las personas en situación sin hogar, en la pobreza, no podemos abordarlo correctamente. Por lo tanto, creo que tiene que mejorar la manera en que recogen data y después en la que diseñan un plan mucho más óptimo para ayudar a estas personas”.
El segundo es el programa Voces, que está diseñado para compartir conocimiento sobre las vidas de las personas sin hogar y/o en situación de pobreza para conectarles con su comunidad así como con oportunidades de hogar y empleo, aumentando sus ingresos y haciendo crecer sus bienes.
“Queremos empoderar a las personas para que puedan aprovechar las oportunidades del modelo existencial, pero no dependen de ella y pueden salir adelante”, agregó Funk
El último es el programa “Help”, que básicamente, ayuda a las personas a ser ciudadanos activos con trabajo; se enfoca a nivel de desarrollo profesional, educación, a nivel de salud, vivienda, finanzas, legal, comunicación con un mentor.
“Entonces es un mundo en el cual realmente estás preguntando a las personas cómo pueden mejorar su vida y en vez de pagarles una subvención por una carencia que tienen, les premias por el valor que están aportando a la sociedad”.
Para enfrentar este fenómeno social, Funk aseguró que las ciudades y los países y el mundo deben entender cómo las personas pueden colaborar y contribuir .
Si quieres saber más, no te pierdas Andrew Funk: El Futuro de la Inclusión Social | con Diana Daniels & Claudia Villegas
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