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La industria publicitaria en México se encuentra en controversia tras las recientes declaraciones de YouTube en su evento Brandcast 2023, donde la plataforma de video afirmó ser la número uno en preferencias entre los mexicanos, superando incluso a la televisión abierta. Sin embargo, la información difundida en este evento ha sido cuestionada por expertos de la industria del entretenimiento, consultoras y prensa especializada, los cuales mostraron duda respecto a estos datos e incluso afirmaciones de que esto empieza a llamar la atención de los reguladores mexicanos.
La manipulación de datos se ha hecho evidente, ya que las cifras que revela YouTube respecto de su supuesto alcance en México no coinciden ni con los resultados de encuestas oficiales ni con estudios de particulares. Incluso, tampoco coinciden con los datos señalados por el propio Nielsen Ibope México.
Un ejemplo de esto es que mientras YouTube asegura que llega a 65 millones de mexicanos, los resultados de una encuesta del Instituto Federal de Telecomunicaciones aseguran que únicamente alcanza a 37 millones. El propio estudio de Nielsen que señala como fuente la plataforma digital, el cual usó de forma sesgada y era experimental y de carácter confidencial, asegura que la televisión lineal tiene 4 veces más alcance que la plataforma.
Lo que más desconcertó a los anunciantes en el evento Brandcast de la filial de Google, y que los hizo tener razones fundadas para pensar en la falsedad de datos, fue que afirmó haber transmitido cerca de 200 partidos de la Liga Mx en 2022, algo que ni todos los que tienen derechos para transmitir los juegos de esa liga hicieron. De hecho, fue aún más extraño que YouTube presumiera un elemento así, cuando sus propios anunciantes saben que no tiene derechos de transmisión de la Liga Mx y en todo caso, lo que hizo fue retransmitir contenido no generado originalmente.
Expertos han señalado que es imposible que YouTube logre los alcances que presume, dado que la conectividad en México aún es limitada para las personas y en muchas regiones del país.
Ahora los anunciantes de YouTube piensan seriamente si su inversión está siendo correctamente proyectada y si las metas de alcance comprometidas son reales, como ya han sido cuestionadas en otros países como Estados Unidos y Europa, donde incluso la plataforma enfrenta investigaciones serías sobre sus prácticas.
Todo indica que la jugada de YouTube por tratar de apropiarse de un pastel publicitario mayor está teniendo repercusiones cuyas dimensiones no fueron bien medidas por parte de los directivos de Google en México pues la plataforma de video había logrado mantenerse al margen de la supervisión de los reguladores nacionales y ahora parece que se les ha abierto un frente con exigencias de una mayor transparencia, protección de datos personales y mayor escrutinio de si cumple o no con las metas de publicidad acordadas, lo cual activaría para ellos consecuencias sobre difusión de información errónea, falsa o incluso incumplimientos.
Lo que sí quedó claro para los anunciantes, dado los ejemplos que puso el propio YouTube en su evento, es que el contenido que genera la televisión abierta es el más visto en su plataforma, y el que le aporta más ingresos por concepto de publicidad, y que la televisión sigue siendo superior en el desarrollo y alcance en la difusión de contenidos audiovisuales.
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