Mantienen vigor ventas al por menor en julio; avanzan 5.2% anual

Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 27 segundos

Si bien desaceleraron desde el récord de 5.9% con cifras originales alcanzado en junio, frente a la lectura de 5.1% de julio, siguieron sosteniendo fortaleza ante variables como mayores tasas de empleo

Las ventas al por menor en México sostuvieron su fortaleza en julio animadas por la dinámica de la economía en términos de empleo y salarios reales, que han rebasado las expectativas, así como por el buen ritmo en las remesas.

También apoyaron las menores tasas de inflación.

Hace un año, el país mostraba inflaciones de 8.70%, frente al nivel de 4.64% alcanzado en agosto pasado, el dato más reciente disponible; en julio, la tasa colocó en 4.79%, cuando en igual mes de 2022 fue de 8.15%.

El INEGI dijo el jueves que a tasa mensual y con cifras desestacionalizadas, las ventas minoristas avanzaron en julio pasado 0.2%, si bien alejadas de la marca de 2.3% lograda el mes previo, suficiente para que cuatro de sus nueve sectores presentaran ganancias.

El personal ocupado total, sin embargo, disminuyó 0.6%, mientras que las remuneraciones medias reales quedaron estancadas por segundo mes consecutivo.

Con cifras desestacionalizadas y a tasa anual, la facturación de los establecimientos minoristas creció a su vez 5.2%, por lo que situó 16.3% por arriba de niveles prepandémicos.

Entre sus componentes, el personal ocupado total avanzó en 1.4% anual. Pero fueron las remuneraciones medias reales las que crecieron al tope en el periodo, con un repunte de 6.9% frente al mismo mes de 2022.

Con cifras originales, que son las que incorpora el mercado para su análisis y que se presentan sin el efecto calendario, las ventas minoristas avanzaron 5.1% anual, ligeramente por arriba del consenso de 4.9%.

Bajo esta lectura, destacaron las ventas de productos textiles, bisutería, accesorios de vestir y calzado, que escalaron 18.1% a tasa anual.

Le siguieron las tiendas de autoservicio y departamentales, con 13.9%, así como las ventas de abarrotes, alimentos, bebidas, hielo y tabaco, con un progreso de 9%.

Las de enseres domésticos, computadoras, artículos para la decoración de interiores y artículos usados lo hicieron en 5%, mientras que las de artículos de papelería, para el esparcimiento y otros artículos de uso personal situaron en 4.8%.

En total, de los nueve sectores que conforman las ventas al por menor, solo dos, vehículos de motor, refacciones, combustibles y lubricantes, así como las de artículos de ferretería, tlapalería y vidrios, mostraron retrocesos.

En el primer caso hubo una caída de 5.7%, y en el segundo de 3.8%, si comparan frente a igual mes de hace un año.

Si la comparación se hace frente a junio, con cifras desestacionalizadas, cuatro de los nueve sectores exhibieron ganancias, siendo el incremento más relevante el de enseres domésticos, con un 4.2%, en un solo mes.

En contraste, las ventas en línea, que habían escalado 30.3% en junio, sufrieron durante julio un revés, al caer 5.2%.

¿Robustez?

Analistas apuntaron que la dinámica de las ventas al por menor volvieron a sorprender en el séptimo mes del año, ante la fortaleza del mercado laboral, los salarios, las remesas, y por una inflación más contenida.

El banco Banorte anticipó que el buen desempeño del mercado laboral se extenderá, apoyando al consumo interno por tres canales, donde uno de ellos es un mayor ingreso disponible para los hogares.

Otro es una mayor proporción de la población que puede acceder a un crédito del Sector Financiero, y un tercero es el aumento “de la estrechez” del mercado laboral, que indirectamente propicia un aumento en los salarios nominales.

En contraste, Banorte advirtió que si bien la apreciación del peso ha disminuido el costo de los bienes importados, los riesgos de un alza en las presiones inflacionarias van en aumento.

Según la entidad, esto conllevaría retos adicionales en el horizonte, sobre todo en la cotización de los energéticos en el mercado internacional.

“Prevemos que el bajo desempleo continúe impulsando al consumo en el corto plazo”, indicó por su parte Ángel Ignacio Huerta, del banco Bx+.

Pese a que las expectativas para 2024 son buenas en términos generales para la economía global, donde destaca la dinámica de EUA, una desaceleración temporal prevista para la primera economía mundial ocasionaría un descenso en las remesas.

“Todo esto, en un entorno de elevados costos financieros, generaría una desaceleración en el consumo privado al cierre del año, especialmente aquel más discrecional”, expuso Huerta.