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Por Victor Vega / Oca Reputación
En más de una ocasión en este sexenio, las empresas han quedado sometidas a un ‘fuego cruzado’ en polémicas entre gobiernos de diferentes niveles y países, comunidades y sociedad civil. Las consecuencias van desde el alto impacto mediático y reputacional hasta la afectación de sus operaciones, planes de negocio o nuevas inversiones.
El gobierno de AMLO contra Iberdrola
En una decisión sorpresiva, el gobierno federal firmó un convenio para comprar a Iberdrola 13 plantas de generación eólica que formarán parte del patrimonio público y serán operadas por la Comisión Federal de Electricidad (CFE). El caso de Iberdrola llama la atención en varios sentidos, en primer lugar, porque el presidente López Obrador, prácticamente desde el inicio de su administración, ha señalado a la empresa energética española de presuntos actos de corrupción, al verse favorecida con contratos durante el sexenio del expresidente Felipe Calderón. Especialistas del sector energético advierten que el gobierno federal hizo un mal negocio porque pagará cerca de 6 mil millones de dólares instalaciones viejas, contaminantes y con poca vida útil. Por su parte, Iberdrola asegura que ambas partes salen beneficiadas del acuerdo con el gobierno federal porque la compañía fortalece su posición financiera, reafirma su estrategia de descarbonización y mantiene presencia en el mercado mexicano aunque con operaciones más focalizadas con clientes del sector privado; en cuanto a los beneficios para el Estado mexicano, la española señala que el gobierno federal avanza con sus objetivos de política energética.
El caso de la disputa del gobierno federal contra Iberdrola dejó en fuego cruzado a otras empresas, dedicadas a la generación eléctrica a través de fuentes renovables, en especial de origen español, que sufrieron indirectamente la confrontación ya que han desinvertido en México o tienen parados sus proyectos por falta de permisos de los organismos reguladores. La venta de activos de Iberdrola en México también puede leerse como una señal de advertencia para otras compañías energéticas con inversiones en México, las cuales podrían pausar o incluso retirar sus capitales en lo que resta de esta administración federal.
La disputa México-EEUU por la operación de Vulcan Materials
El gobierno mexicano mantiene una disputa en un panel de controversias del T-MEC con la empresa estadounidense Vulcan Materials derivado de la suspensión de actividades de extracción y explotación en las instalaciones de su filial Calica, ahora conocida como Sac-Tun, en Playa del Carmen, Quintana Roo. El mandatario reiteradamente acusa a la compañía estadounidense de ecocidio y destrucción de zonas arqueológicas. López Obrador ha señalado que la compañía no ha detenido sus actividades extractivas y solicitó a los expertos internacionales que conforman el panel de controversias que realicen una visita a la zona para corroborar el impacto ambiental en Calica. En el fuego cruzado de esta disputa, Cemex se vio envuelta en una polémica por la supuesta irrupción en una terminal marítima propiedad de Vulcan Materials en Punta Venado. El hecho generó protestas en Estados Unidos entre algunos senadores republicanos, quienes acusaron al gobierno mexicano de un trato discriminatorio a empresas estadounidenses. Sin embargo, Cemex ha informado que logró un acuerdo preliminar con Vulcan Materials para continuar operando en el puerto concesionado a la estadounidense y que las dos compañías están negociando para que el acuerdo de operación pueda ser de largo plazo.
Contaminación ambiental en Monterrey y la refinería de Cadereyta
El gobierno de Nuevo León mantiene una disputa contra el gobierno federal por las emisiones contaminantes de la refinería de Cadereyta e incluso amenazó con la clausura del complejo petroquímico. El gobierno estatal acusa que la refinería emite más del 90% de todo el dióxido de azufre que se genera en el área metropolitana de Monterrey. El pasado 22 de marzo, tras una reunión entre Félix Arriata, titular de la secretaría de Medio Ambiente estatal, con directivos de Pemex en la Ciudad de México, se pactó un plazo de 15 días para que la petrolera estatal presentara un plan de acción integral para reducir las emisiones contaminantes. En medio de la disputa entre el gobierno estatal y federal, especialistas advierten que la refinería de Cadereyta no es la única ni la principal fuente de contaminación en la zona metropolitana de Monterrey. Según un análisis atmosférico de Sentinel 5P, se ha detectado que en otras zonas donde se concentra la actividad de diferentes industrias, como cemento, vidrio, acero y otras de menor alcance como fundición y centros comerciales, se han detectado concentraciones similares de dióxido de azufre.
Lecturas sobre el riego de ‘fuego cruzado’ para las empresas
- El riesgo empresarial de quedar en fuego cruzado puede ser desde afectaciones a la operación e inversiones de una empresa hasta un impacto reputacional negativo.
- La compra de activos a Iberdrola puede despresurizar el ambiente hacia empresas de energía y españolas al eliminar del discurso presidencial referencias negativas a Iberdrola y permitir que CFE supere el porcentaje de producción de energía que el gobierno se había impuesto en su contrarreforma eléctrica.
- Será interesante conocer la lectura que harán de la transacción otras empresas de energía, en especial españolas, en situación similar a Iberdrola.
- Algunas empresas de Estados Unidos vinculadas a temas conflictivos de la relación México-EU, como las de alimentos o energía, pueden ser vulnerables a medida que la cercanía de los procesos electorales eleven la tensión política bilateral y ésta, a su vez, alimente la retórica del presidente López Obrador.
- Sobre la contaminación ambiental en Nuevo León, para minimizar las críticas y el foco sobre la refinería de Cadereyta, el gobierno puede propiciar trasladar el reflector hacia otros emisores de contaminantes, como industria y transporte.
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