Falta de inversión productiva sujetará a México a crecimiento mediocre en 2023: Valmex

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El economista en jefe de la casa de bolsa Valores Mexicanos (Valmex), Víctor Ceja, estima un crecimiento limitado para este año, de 1%, desde el 3% de 2022, ante la falta de estímulos a la inversión y cuando aumenta la probabilidad que EUA caiga en recesión hacia finales del periodo

Víctor Ceja, economista en jefe de la casa de bolsa del Grupo BAL, tenedor también de las acciones de firmas empresariales con influencia en su ramo como Grupo Palacio de Hierro (GPH), Industrias Peñoles o Seguros GNP, alertó que los bajos niveles de inversión fija bruta en México provocarán crecimientos mediocres para la economía a lo largo del año, lo que probablemente se extenderá a 2024, cuando la agenda nacional esté marcada por las elecciones presidenciales.

En el ínter, preocupan también los altos niveles de inflación resultado de un índice subyacente cuya intensidad no cesa, por lo que la tasa de interés marcaría niveles de 11% tan pronto como en marzo próximo.

Además, el experto anticipa un deterioro mayor en las finanzas del Sector Público por varios factores, donde destaca la presión que representaría un plan en ciernes del Gobierno mexicano de absorber la deuda de Pemex.

“El problema es la inversión, cuyo crecimiento está siendo inercial y eso provoca que el crecimiento llegue al 1%.

“Pero si México quiere crecer en niveles más (amplios) se necesita un factor multiplicador de la inversión. En tanto que la inversión permanezca apagada, es decir, sin estímulos para reactivarla, para invertir en México, entonces México va a tener tasas de crecimiento mediocres”, resaltó Ceja en una conferencia de prensa virtual sobre perspectivas económicas para este año.

En un escenario de una recesión corta y poco profunda en Estados Unidos, el PIB de México mostraría ese crecimiento de 1%, mientras que la recuperación gradual de la economía más grande del mundo, principalmente, permitiría que el país crezca a una tasa de 1.8% en 2024.

La recesión que viene ocurriría a finales de 2023, sería de una magnitud poco profunda y de duración breve, pero que, de extenderse, significaría una caída del PIB mexicano de 1.1%, resultado de una contracción del 1% del PIB de la primera economía mundial, hacia donde México envía más del 80% de sus exportaciones y recibe el grueso de sus remesas.

Ceja señala que otro factor de preocupación en el corto plazo sigue siendo los altos niveles de inflación, especialmente el índice subyacente, que excluye precios volátiles como los de la Agricultura y la Energía, que como commodities están sujetos generalmente a rangos definidos en los mercados internacionales.

Alertas tempranas

Una vez corregidos los choques de la oferta provocados por la Pandemia, las presiones inflacionarias en México ahora están del lado de la demanda interna, indicó Ceja, lo que se puede llamar inflación doméstica, y donde los precios de las mercancías y los servicios siguen reportando alzas acentuadas, sin tomar en cuenta eventos extraordinarios que podrían trastocar las metas.

En el muy corto plazo, los efectos de una tormenta de nieve excepcional recién reportada en el estado de Texas, de donde llega el gas natural que abastece a la actividad económica de la zona Norte del país, puede derivar en una situación similar a la crisis de suministro del energético que se vivió en febrero de hace dos años, asevera el especialista, colocando de nueva cuenta presión en el índice no subyacente, que había empezado a ceder.

Valmex anticipa que la inflación de México coloque en 5.10% al cierre de 2023, por arriba del nivel objetivo del Banco de México (Banxico), de 4%. Para el próximo año, la inflación sería de 4.06%.

En respuesta a un escenario todavía sujeto a escaladas en los niveles de precios de bienes y servicios, Banxico se vería orillado a llevar la tasa de interés referencial hasta niveles de 11.5%, lo que, sin embargo, es el escenario menos viable.

Ceja estima que el Banco Central mexicano decidirá por dos incrementos adicionales de 25 puntos base (pb) en las tasas de aquí a marzo próximo, para alcanzar el 11%.

Al finalizar el año, la tasa de interés referencial en el país colocaría en 10.5%, para disminuir, en línea con una inflación menos elevada, a 8.50% durante 2024.

Las inflaciones altas tampoco han permitido un crecimiento económico pleno en el país, refirió el experto, por lo que una marca más razonable también permitiría un mejor resultado, lo que tendría que estar acompañado de un ritmo de Inversión Fija Bruta con un peso de entre 22 a 24% como proporción al PIB, lo que hoy ubica en 19%.

Un tema relevante que se verá a lo largo de 2023 es el deterioro acentuado de las Finanzas Públicas, señala el experto; el año pasado las metas de la Secretaría de Hacienda colocaron por debajo de la expectativa y mientras que la economía creció un favorable 3%; “aun así, las metas de los principales balances del Sector Público, no se cumplieron”.

Con un menor crecimiento de la economía también caerá la recaudación en momentos en que está bajo análisis la posibilidad de que el Gobierno Federal absorba la deuda de Pemex, por un total de 105,000 millones de dólares (mdd) y vencimientos tan solo en este año de 10,000 mdd.

“Esto beneficia a Pemex, porque las tasas son menores con una deuda soberana, pero elevan el nivel de deuda del Gobierno Federal y entonces aumenta la probabilidad de una rebaja crediticia, o incluso, la pérdida del Grado de Inversión más adelante”, alerta Ceja.

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