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Armando Zúñiga Salinas
Presidente Coparmex CDMX / Grupo IPS
Hace dos años siete meses que la pandemia por Covid-19 arribó a México y los estragos que trajo consigo aún se sienten, a pesar de que lo más complicado parece haber quedado atrás. Sin embargo, la salud, tranquilidad y hábitos de las personas no serán los mismos de ahora en adelante.
Y algo más que parece no acelerar el ritmo es la reactivación económica. En la última Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado del Banco de México (Banxico) se anota lo siguiente:
Pronósticos de crecimiento real del PIB
2.01 % en 2022,
1.15 % en 2023 y
1.88 % en 2024
En el mejor escenario, si dichas expectativas se cumplen, tendríamos al cierre de 2024 una economía con un crecimiento apenas del 1 % respecto al nivel del 2018. Al considerar el crecimiento de la población en dicho periodo tendremos una importante contracción del orden del 6 %.
Los especialistas consultados por Banxico consideran que los principales factores que pueden obstaculizar el crecimiento económico en los próximos seis meses son, en orden: los problemas de inseguridad pública; las presiones inflacionarias en el país y la política monetaria que se está aplicando.
Por otra parte, el Banxico, prevé que la inflación converja a la meta del 3% en el tercer trimestre de 2024, lo que puede implicar un periodo todavía largo de política monetaria restrictiva, con su consiguiente efecto sobre el crecimiento.
Hemos pues de prepararnos para tiempos complicados. Las empresas se verán impactadas por el incremento de costos que se refleja en la inflación, mayores gastos financieros derivados de las subidas en las tasas de interés y un difícil clima de los negocios, impactados por el freno al crecimiento. Todo un reto a nuestra capacidad, innovación y responsabilidad social.
A inicios de octubre, el ex secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) José Ángel Gurría comentó que es imperante que México tiene que generar condiciones para atraer inversionistas y crecer a más del 2% en el mediano plazo.
“El gran problema es la inversión y, ¿de dónde viene y de dónde sale la inversión? De la confianza; cuando hay confianza hay inversión, sobre todo en un país como México, vecino de Estados Unidos y con tantos acuerdos comerciales y de inversión”, declaró Gurría a un diario de circulación nacional.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dio a conocer mediante la estimación oportuna del PIB, que al segundo trimestre del 2022 la economía había crecido al 1.9 % frente al mismo periodo de año previo.
¿Cómo va la reactivación económica?
No podemos hacer a un lado la realidad. Si bien es cierto que los números indican una economía en un proceso lento de recuperación en el primer semestre del año, éste es insuficiente para lograr condiciones mínimas de prosperidad para toda la sociedad.
A la apuesta por los grandes proyectos que se realizan este año y que forman parte de los emblemas de esta administración (Tren Maya, Refinería de Dos Bocas, entre otros), es necesario que la Iniciativa Privada tome mayor protagonismo y, junto con las autoridades, sume experiencia, calidad en el trabajo, tecnología, vanguardia y todo lo que esté a su alcance.
No debemos dejar pasar, además, factores externos que pueden influir en el crecimiento, como son el conflicto armado de Rusia y Ucrania, la alta inflación global, el endurecimiento de las condiciones financieras y, muy importante, la desaceleración económica de los Estados Unidos, por mencionar las más visibles.
También muy importantes son las propuestas que se dan desde el sector privado, las oportunidades que hay en temas como la relocalización de la industria en el mundo en la que México puede jugar un papel importante, en la atracción de inversión, en el fortalecimiento de sectores como el turismo, por citar sólo uno.
Básico, garantizar un buen abasto de energía, que es donde la inversión extranjera tiene sus reservas y darles certeza jurídica para que no duden y lleguen con toda la seguridad que garantice su permanencia.
Se vuelve clave el Estado de Derecho, el respeto a la propiedad privada y la promoción de condiciones para la libre competencia, en el país y en cada uno de los estados.
Los empresarios con visión y comprometidos con el desarrollo del país estamos en la mejor disposición de colaborar para que, entre todos, se haga un trabajo unido que beneficie la reactivación económica y con ello surjan más y mejores negocios, se mantengan fuertes los existentes y se genere empleo productivo para más mexicanos.
¡¡¡En ello, nos va el futuro!!!