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Según el PPEF se construirán 2,744 sucursales pero el propio banco habla de 3,000 para el año próximo. “Hay opacidad, retrasos y falta de planeación”, ha señalado el IMCO.
En medio de denuncias de opacidad y falta de planeación, así como pérdidas operativas, el Banco del Bienestar contará en el 2023 con un presupuesto de 339.4 millones de pesos.
La institución representa la principal apuesta en materia financiera del presidente Andrés Manuel López Obrador; un organismo que llegará a las comunidades más alejadas del país y que servirá para dispersar los recursos de sus Programas del Bienestar —particularmente de Sembrando Vida y Producción para el Bienestar— ahí donde la banca privada no llega.
Sin embargo, los números indican una realidad muy diferente a la que seguramente imaginó el presidente López Obrador.
De acuerdo con los estados fináncienos del banco al pasado 30 de junio, el organismo ha recibido aportaciones de recursos federales para conformar un capital contable de 17,105 millones de pesos. No obstante, en los primeros seis meses del presente año acumula pérdidas netas por 160 millones de pesos.
Ayer, 13 de septiembre, la institución informó contar ya con 1,200 —aunque el dato se divulgó desde febrero— de las 2,800 sucursales anunciadas originalmente por el presidente López Obrador pero que, según el banco serán más de 3,000 para el año próximo.
Este diferendo en el número de sucursales no es algo menor, ya que la diferencia entre 2,800 y 3,000 implicaría un sobrecosido de 5 millones de dólares, solo por el costo de los cajeros automáticos, los cuales tienen un valor aproximado de 25,000 dólares.
Y es precisamente en la construcción de la red de sucursales por donde han venido los principales cuestionamiento a la institución dirigida por Víctor Manuel Lamoyi Bocanegra.
Apenas el pasado 6 de abril, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) dio a conocer un estudio en el que denunciaba opacidad, retrasos y falta de planeación en la construcción de la red de sucursales del Banco del Bienestar.
“De acuerdo con la meta planteada, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) debía construir 2,700 sucursales para finales de 2021. Sin embargo, a febrero de 2022 han sido construidas 1,212 sucursales, 663 están en construcción y 834 están pendientes de construir”, alertó entonces el IMCO.
“No es posible conocer cómo ha gastado la Sedena para la construcción de las sucursales —continuó el IMCO— ni hay información disponible sobre el uso de recursos materiales y humanos para la construcción del Banco del Bienestar”.
Finalmente, el IMCO denunció que las compras hechas por la Sedena muestran una planeación deficiente. “La institución ha adjudicado directamente contratos para suplir una demanda de bienes de forma inmediata o en períodos de tiempo muy cortos, y ha cancelado contratos de suma importancia para el proyecto: transacciones bancarias y cajeros automáticos”.
Pese a todo lo anterior, en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) 2023, “el Banco del Bienestar prevé contar con una asignación presupuestaria de 339.4 millones de pesos, para promover y facilitar el ahorro, el acceso al financiamiento, la inclusión financiera”, entre otras actividades.
Y, nuevamente, el PPEF plantea el tema de las sucursales y cajeros del banco:
“El Banco del Bienestar prevé finalizar con la puesta en marcha del Plan de Expansión de 2,744 sucursales, cuyo objetivo se centra en el desarrollo de la infraestructura física a través de la construcción de nuevas sucursales, así como su equipamiento y puesta en operación de las mismas; y la instalación de cajeros automáticos para elevar la cobertura de atención de los beneficiarios de los citados programas y clientes del Banco”, concluye el texto que se discutirá en el Congreso.
Por Raúl Castro-Lebrija