México: lugar 37 de 43 países en el Índice de Competitividad Internacional del IMCO

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El país mostró deterioro en inflación, libertad económica y en independencia del Poder Judicial.

México se mantuvo en el lugar 37 de 43 países, dentro del Índice de Competitividad Internacional (ICI) elaborado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

De acuerdo con el informe de este 2022, la competitividad de México sería baja, en comparación con las otras 43 naciones evaluadas.

El reporte dado a conocer este miércoles establece que México perdió siete posiciones en el  subíndices de Economía, debido al incremento en la inflación en lo que va del presente año, y a la disminución de libertad económica.

También perdió posiciones en materia de Derecho, debido al deterioro en la independencia del Poder Judicial y deterioro tanto del Estado de Derecho como en el Índice de Paz Global. “Cabe destacar que México es el segundo país con la mayor tasa de homicidios de los países evaluados, solo se encuentra por debajo de Sudáfrica”.

En los rubros que reportó avances fueron: Sociedad, Gobierno, Mercado de Factores y Relaciones Internacionales. En tanto, se mantuvo en la misma posición en Medio Ambiente, Sistema Político y en materia de Precursores.

En general, “el país permanece estancado, lo cual refleja la incapacidad persistente de nuestro país para construir las bases que le permitirían ser más competitivo a nivel global. México necesita crear condiciones para alcanzar una mayor productividad y generar bienestar para sus habitantes”.

El ICI mide la capacidad de los países para generar, atraer y retener talento e inversión. Está compuesto por 85 indicadores, categorizados en diez subíndices. En la edición 2022, el país más competitivo fue Dinamarca, mientras que Nigeria se ubicó en la posición 43 y es el único país dentro del nivel de competitividad “muy baja”.

Los diez países más competitivos destacan por tener un mercado laboral más productivo y destinan una mayor proporción de su PIB al gasto en investigación y desarrollo.

Por Raúl Castro-Lebrija