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Fue la segunda generadora de ingresos para su grupo de control en el segundo trimestre de este año, con una escalada de 23% en ventas. Hoy sus títulos suben más de 9%.
Grupo Carso, conglomerado que aglutina intereses en varios sectores económicos del país, desde el comercial, desarrollo de infraestructura, e industrial, entre otros, dijo que los accionistas de la compañía acordaron deslistar las acciones en circulación de su subsidiaria Grupo Sanborns que hoy cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), pagando por ellas 26 pesos por título en efectivo.
El anunció provocó que los títulos de GSANBORB1 subieran 9.09% alrededor de las 10:30 horas de este miércoles en la BMV, en medio de una sesión general de pérdidas.
“…en la sesión del Consejo de Administración celebrada el día 25 de julio de 2022, se acordó iniciar los procesos a efecto de lanzar una oferta pública voluntaria de adquisición por la totalidad de las acciones en circulación de Grupo Sanborns…”, señaló Carso, propiedad del empresario Carlos Slim Helú y su familia, que pagará un precio de 26 pesos por título, en efectivo, y en moneda nacional.
La oferta propuesta quedará sujeta a la obtención de diversas autorizaciones corporativas y regulatorias; el promedio ponderado de las acciones en circulación de Grupo Carso en su conjunto suma 2 mil 255 millones 249 mil acciones, de acuerdo con el reporte anual del conglomerado, que no está obligado a informar sobre este estatus de cada una de sus subsidiarias.
Derivado de un mayor aforo en las tiendas departamentales y restaurantes en general, Sanborns, cuyo consejo de administración es encabezado por Carlos Slim Domit, vio crecer sus ingresos de 22.6% entre abril y junio de este año, con sus establecimientos que a lo largo de décadas se han distinguido con el logo de tres tejolotes en rojo dominando las esquinas de avenidas y centros comerciales con sus tiendas-restaurantes.
Con una lista de emisoras que determinan su salida de la BMV que cada vez se ensancha más, el centro bursátil del país alcanzó su época de esplendor en la segunda mitad de los años 90 del siglo pasado, cuando concluía el proceso de privatización de empresas estatales iniciada por la administración de Carlos Salinas, que, una vez privatizadas, decidieron salir al mercado accionario local en busca de recursos para financiar sus planes de expansión.
Hace un par de semanas, Aeroméxico, la aerolínea bandera del país, anuncio que como parte de los acuerdos alcanzados entre sus acreedores y accionistas tras su salida del Chapter 11 de EU, dejará de cotizar en la BMV tan pronto como en este año; en el anuncio también dijo que buscará como parte de sus acuerdos, financiarse a través del mercado de valores por excelencia a nivel global, el New York Stock Exchange (Nyse), en el corazón financiero de EU.
El productor de lácteos Grupo Lala; Infraestructura Energética Nova SAB de Energía Sempra, la filial mexicana de Banco Santander, han seguido la misma ruta de retirar sus acciones de la BMV.
Un reporte de la agencia especializada Bloomberg reciente dijo que el volumen de negociación en los mercados de valores de México es una fracción de lo que opera en los mercados de Estados Unidos.
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