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Contrario al optimismo gubernamental, el CEESP asegura que hay retrocesos en seguridad, desregulación y en el sistema de salud.
Ni las remesas enviadas desde Estados Unidos ni el gasto público —canalizado a obras como el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles y la Refinería Olmeca— son suficientes para impulsar la economía mexicana con “bases sólidas y duraderas”, consideró el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
Añadió que el reto de la actual administración “sigue siendo la reactivación de la inversión. Y para ello es esencial que el gobierno contribuya con un entorno de certidumbre”.
En su análisis económico semanal, el CEESP advirtió que las remesas internacionales —mencionadas como uno de los principales logros del actual gobierno.—“no se deben a ningún acuerdo de política pública”.
“Todo indica que su elevada cuantía responde a la amplia diferencia entre los recursos disponibles por las familias en Estados Unidos —beneficiadas por los programas de apoyo del gobierno— y los de las familias mexicanas que no recibieron apoyos en estos años”, detalló.
Mientras el discurso oficial “subraya la eficacia de sus políticas en beneficio de la población de menores recursos, ‘los de abajo’. No obstante, la información oficial y numerosas opiniones de especialistas nacionales y extranjeros señalan lo contrario”.
El CEESP recordó que, el pasado 26 de junio, el presidente declaró que “con lo que le metimos abajo de recursos públicos y con las remesas levantamos la economía y ahora ya tenemos de nuevo el crecimiento que teníamos o, lo que nos caíamos, ya lo recuperamos en cuanto a crecimiento económico”. No obstante, la evidencia es distinta.
Por ejemplo, la inseguridad pública se ha agudizado y México sobresale notoriamente entre los países que han sufrido retrocesos en la prevalencia del estado de derecho.
“Hay un número elevado de proyectos de nuevas regulaciones carentes de análisis de impacto regulatorio y consulta pública, incongruentes con la simplificación que requieren el crecimiento económico, el empleo, y la competitividad, además de que pueden estimular la corrupción y la informalidad”, continuó.
Además, “el desmantelamiento del sistema de salud con la desaparición del Seguro Popular por el incipiente Instituto Nacional para el Bienestar (INSABI), dejó a millones de personas sin servicios médicos y medicamenteos y elevó el gasto de las familias en salud”.
De hecho, “los resultados frente al Covid 19 han sido deficientes y México está entre los países con más muertes y mayor letalidad y menores pruebas y vacunación”.
En opinión del CEESP, “si bien es cierto que los resultados más recientes sobre el crecimiento económico de México son razonablemente buenos, aún son insuficientes parar recuperar lo perdido por la pandemia, e incluso en todo el sexenio”.
“Los principales componentes del PIB están lejos de alcanzar su tendencia previa[1] a la recesión”, concluyó el organismo.
Por Raúl Castro-Lebrija