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Apenas el pasado 8 de junio, el SAT informó que la nueva factura sería obligatoria hasta enero de 2023.
Aunque hace apenas 20 días había anunciado una prórroga hasta el 1 de enero de 2023, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) ya hizo obligatorio el uso de la factura electrónica 4.0.
El pasado 8 de junio, el SAT emitió un comunicado donde señaló que “con el propósito de otorgar facilidades a los contribuyentes para cumplir con sus obligaciones fiscales, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) informa que la nueva factura electrónica 4.0 será obligatoria a partir del 1 de enero de 2023”.
El organismo encabezado por Raquel Buenrostro añadió que “las personas físicas y morales que al día de hoy utilizan la nueva versión de facturación 4.0 les pedimos continuar con ella con la finalidad de socializar el uso de la misma”.
“Quienes aún no la utilizan —añadió— se les invita a continuar con el proceso de transición durante el resto del año”.
Sin embargo, el SAT ya no permite la emisión de facturas electrónicas versión 3.3 en su portal de trámites y servicios. Es decir, de facto ya obligó a los contribuyentes a usar la factura 4.0 contradiciendo su comunicado del pasado 8 de junio.
De forma paralela, el SAT ha anunciado una prórroga para que pequeños contribuyentes del Régimen Simplificado de Confianza (Resico) puedan contar con su e.firma.
Originalmente se había establecido como fecha límite para este requisito el día 30 de este mes, pero la nueva fecha será el 31 de diciembre del presente año.
Adicionalmente, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció en su conferencia de prensa matutina de ayer lunes, que solicitaría a Raquel Buenrostro que informe sobre la polémica Constancia de Situación Fiscal y que incluso podría solicitarle que elimine este requisito “si en lugar de facilitar las cosas, las complica”.
Por Raúl Castro-Lebrija