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La economía de Estados Unidos sostendría su expansión durante 2022 y pesar de la sorpresiva contracción del primer trimestre, dijo el economista en jefe del Tesoro de ese país, que apuntó que la inflación podría estar llegando a su punto máximo.
Benjamin Harris, subsecretario de política económica del Tesoro estadounidense, dijo el lunes en una declaración ante el Comité Asesor de Préstamos del Tesoro que puede haber revisiones a la baja de las previsiones del PIB privado, pero que la primera economía del mundo crecería a una tasa de 2.3%, de acuerdo con información de la agencia Reuters.
La proyección toma en cuenta los cuartos trimestres a tasa anual, y se da después de la sorpresiva contracción del PIB de 1.1% entre enero y marzo.
“Aunque esta revisión puede revisarse a la baja, y los riesgos a la baja permanecen en el panorama, se espera que la economía estadounidense continúe su expansión este año”, sostuvo Harris.
La disminución del estímulo fiscal y monetario, en conjunto con la recuperación de la oferta laboral, agregó el funcionario, debería de ayudar a equilibrar los mercados laborales y aliviar “algunas presiones inflacionarias”.
La declaración del funcionario se dio como parte del proceso de refinanciamiento trimestral de mayo del Tesoro, institución que anunció el lunes buscar pagar 26,000 millones de dólares (mdd) de deuda en el segundo trimestre, frente a la estimación de enero que apuntaba a un monto mayor, de 66,000 mdd en préstamos netos, principalmente debido a un aumento de los ingresos.
Harris afirmó que aunque las menores exportaciones, importaciones más altas y la baja inversión en inventarios causaron la caída del PIB en los primeros tres meses del año, el consumo privado y la inversión fija se mantuvieron fuertes.
Las condiciones anteriores han provocado desajustes en la oferta y la demanda y, en consecuencia, han estado impulsando la inflación general y subyacente en lo que va de 2022, con nuevos aumentos en la inflación general provocados por mayores precios de la energía y los granos debido a la invasión rusa en Ucrania.
“Sin embargo, la inflación subyacente puede haber alcanzado su punto máximo en la primavera boreal de 2022 y haber comenzado a ceder, dada una mayor disminución de la Pandemia, los esfuerzos del Gobierno para contener los precios de la energía y el alivio de los cuellos de botella en la oferta en algunos mercados”, según Harris.