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Es prioritario impulsar acciones sustentables en lo relacionado a bienes raíces, como en su construcción, operación cotidiana y mantenimiento.
Redacción
De acuerdo con la consultora McKinsey & Company, los bienes raíces generan aproximadamente el 39% de las emisiones globales totales. De esa cifra, 11% es generado por los materiales de fabricación utilizados en los edificios (incluidos el acero y el cemento), el resto de las emisiones es emitido por los propios edificios y la generación de la energía que alimenta la construcción.
En el marco del Día Mundial de la Madre Tierra, es prioritario recordar la importancia de promover acciones concretas para el cuidado de los ecosistemas, ciclos naturales y el bienestar general del planeta.
En México múltiples sectores han llevado a cabo distintas iniciativas para optimizar los recursos naturales dentro de sus operaciones haciéndolas más eficientes, con el compromiso de atender y reducir al máximo su impacto en el medio ambiente.
Particularmente en el sector inmobiliario, las medidas de mitigación contra riesgos climáticos podrían reducir los rendimientos anuales de un inmueble hacia el final de la década hasta en un 40%. Por ello, es prioritario impulsar acciones sustentables en lo relacionado a bienes raíces, como en su construcción, operación cotidiana y mantenimiento.
Incluso, el retorno de inversión a largo plazo es tangible pues, según McKinsey & Company, la descarbonización de los activos en los portafolios, atraerán billones de dólares de capital que se han comprometido a cero emisiones y a miles de inquilinos que han hecho compromisos similares.
En cuanto a las fibras inmobiliarias, que en su conjunto son 16 en el mercado mexicano, han puesto en marcha iniciativas en pro del entorno y bajo distintos ejes para generar ahorros en consumo de agua y electricidad, así como para el mejoramiento y ampliación de áreas verdes.
Una de las fibras mexicanas que ha dado a conocer su esfuerzo es FUNO, dirigido por André El-Mann, pues ha implementado este tipo de acciones en sus objetivos de negocio y operaciones. Dentro de su estrategia integral de sostenibilidad 2020-2030 planea obtener la Certificación LEED para dos millones de metros cuadrados de propiedades de su portafolio.
Otras iniciativas de FUNO se han enfocado en la reforestación, un factor que favorece a preservar la biodiversidad. Tan solo en 2020 realizó la reforestación de 1,500 metros cuadrados de manglar en Cancún, Quintana Roo y también en la montaña alta de Guerrero con 6,000 árboles de especies endémicas de la zona.
A la par, en ese mismo año, el Fideicomiso construyó 35 huertos de traspatio de 25 metros cuadrados de superficie cada uno, manteniendo una diversidad de 13 diferentes especies, 30% de las cuales fueron endémicas. Este tipo de iniciativas lograron la captura de aproximadamente 130 toneladas de CO2.
Ante este panorama, la conciencia sustentable es una variable que incide en el modelo de negocios de las empresas y sobre todo, va implícito el objetivo de generar valor e impactar positivamente en las comunidades donde operan.