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El anuncio se da luego de que fueron suspendidas las labores de construcción del polémico Tramo 5 del Tren Maya, que va de Playa del Carmen a Tulum.
Luego de que un juez decretara la suspensión de las obras de construcción del polémico Tramo 5 del Tren Maya —que va de Playa del Carmen a Tulum y cruza la llamada Ruta de los Cenotes— el presidente Andrés Manuel López Obrador amenazó con suspender las operaciones de la empresa Calica y llevarla a tribunales.
De acuerdo con versiones periodísticas, el verdadero conflicto entre Calica y el gobierno de México no es ecológico sino logístico; es decir, la firma —subsidiaria de Vulcan Material— se habría negado a facilitar su terminal portuaria ubicada al sur de Playa del Carmen para el traslado de materiales para la construcción del tren.
El uso de esa terminal sería estratégica para la construcción del Tren Maya, ya que facilitaría el traslado de materiales y suministros de manera más eficiente que por la vía terrestre, a fin de terminar con la obra antes de ue concluya el actual sexenio.
El propio López Obrador, en tanto, ha acusado a Calica de causar un daño ecológico por la explotación de un banco de materiales —específicamente una forma de grava llamada sascab— que fue autorizada en el sexenio de Ernesto Zedillo, siendo titular de Medio Ambiente, Julia Carabias.
En la conferencia de prensa matutina de este miércoles el presidente se refirió a Calica al tiempo que aseguró que “ya estamos buscando un acuerdo con ellos” y que su gobierno tiene tres opciones para la empresa.
“La clausura, porque ya no se permite que extraigan material, ya eso ya no se puede permitir”, explicó. “Si se van a tribunales, porque además hay denuncias, pues vamos a tribunales y vamos a hacer la denuncia formal en organismos internacionales, a ver qué van a hacer los de la ONU, a ver qué va a hacer Greenpeace”.
La segunda opción “es buscar un acuerdo para que esa área impactada, más otras 2,000 hectáreas que tienen, se puedan convertir en un parque turístico. Tienen también, pegado al mar, la concesión de un puerto que puede ser utilizado como puerto de cruceros”.
Esto, no obstante, afectaría gravemente a Cozumel ya que la terminal de Calica es la única forma de cruzar en automóvil y surtir de artículos y provisiones a la isla. Además, al descender de los cruceros, los turistas quedarían en medio de la nada y perderían tiempo en trasladarse a Playa del Carmen, el punto turístico más cercano.
“Y lo tercero es que les compramos el terreno completo. Hacemos un avalúo, cuánto cuesta, y tenemos recursos para convertir eso en un parque natural”, concluyó López Obrador.
Por Raúl Castro-Lebrija