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La calificadora internacional de riesgos Moody´s Investor Service dijo el lunes que la frágil recuperación de la economía mexicana afecta la perspectiva del Sector de Banca, hoy en Negativa, lo que incluye a la banca de desarrollo representada por Nafin, el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras) y el Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext).
Moody´s, que recientemente ajustó las expectativas de crecimiento económico de México hasta 1.1% para este año, y a 2.1% para 2023, apuntó que las condiciones operativas de la Banca siguen deteriorándose debido a una frágil demanda interna, débiles perspectivas para la inversión privada y ante un crecimiento limitado de la productividad, “a pesar del pleno acceso al mercado estadounidense”, colocando, además, debajo del desempeño de otras economías similares de América Latina.
“México solo recuperará la producción de 2019 en 2023. Además, aunque el empleo (ya) ha alcanzado el nivel prepandemia, se encuentra principalmente en los sectores informal y formal de bajos salarios, lo que limitará la demanda de productos bancarios de mayor rendimiento”, asevera.
Moody´s recuerda que a pesar de las escasas relaciones comerciales del país latinoamericano con Rusia y Ucrania, hay efectos “secundarios” derivados del conflicto bélico iniciado el 24 de febrero pasado -con un derrotero incierto hasta la fecha-, lo que se traducirá en una inflación pronunciadamente alta para el país, en niveles de 7.30% en febrero, lo que complica la labor del Banco Central (Banco de México) de regresar a una tasa de 3% en materia inflacionaria.
El último dato del índice nacional de precios al consumidor en México arroja que la carrera de precios no se detuvo en marzo, con la mayor tasa mensual en 22 años, para un incremento anual de 7.45 por ciento.
En un entorno de estanflación, la agencia de riesgos crediticios refrenda que la Perspectiva para el Sector de Banca en México sigue siendo Negativa.
“…refleja las proyecciones de crecimiento más débiles en comparación con los niveles históricos, lo que podría, a su vez, impactar la capacidad del gobierno mexicano para brindar apoyo a los bancos locales”, advierte.
¿Banca comercial sana?
Moody´s, que califica a los bancos más grandes del Sistema, entre ellos BBVA, Banamex, Santander y Banorte, afirma que la diversificación de las carteras de crédito combinadas con estrictas políticas del riesgo crediticio por parte de la banca “mitigarán las presiones relacionadas con el débil nivel de actividad (económica) y la alta inflación de 2022”.
Con datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), Moody´s señala que la cartera emproblemada de la banca comercial al cierre de 2021 se tradujo en una tasa de morosidad de 2.1% sobre la cartera bruta, colocando niveles previos a la Pandemia, mientras que la cobertura de reservas mantuvo un récord, por encima de las normas históricas.
La agencia recordó que esto significa un amplio 160% de préstamos problemáticos cubiertos a finales del año pasado, lo que proporciona un colchón adicional contra posibles cancelaciones en 2022.
A su vez, la relación entre el ingreso neto y los activos tangibles de la banca comercial mexicana regresó al término de 2021 a niveles previos a la Pandemia, con un aumento a un sólido 1.6% frente al 0.9% que resultó un año antes, en 2020, ante la mayor crisis económica y sanitaria en décadas.
“La rentabilidad se mantendrá estable durante el período de la Perspectiva (negativa), beneficiándose de un buen acceso al financiamiento de depósitos básicos de bajo costo, y una aceleración relativa del crecimiento de los préstamos, en medio de tasas de interés más altas en respuesta a las presiones inflacionarias”, asevera Moody´s.
Sin embargo, el fenómeno de estanflación que se vive en México también es una realidad, lo que vuelve compleja la situación de la Banca, en medio de la austeridad fiscal del Gobierno y una respuesta de política pública “menos predecible”.
“El apoyo del gobierno a los bancos se está deteriorando. Las finanzas del gobierno mexicano están expuestas tanto al riesgo de un crecimiento menor al esperado, como a la posibilidad de que el apoyo financiero a Petróleos Mexicanos sea mayor al estimado, lo que implica una capacidad potencialmente reducida de apoyar a los bancos”.