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Con la resolución del máximo tribunal, la electricidad generada por CFE tendrá prioridad en el despacho, pero las empresas privadas que se sientan afectadas podrán ampararse.
Luego de que el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) se pronunciara sobre la Ley de la Industria Eléctrica, analistas del sector esperan diversos amparos por parte de las empresas que se sientan afectadas.
Como se recordará, la electricidad en México es generada tanto por empresas privadas como por la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Esa energía es subida al sistema eléctrico nacional —proceso llamado despacho— y de ahí llega a los diferentes usuarios del país.
Con la reforma energética del sexenio de Enrique Peña Nieto, se estableció que en el despacho llevaría mano la electricidad generada por la planta nucleoeléctrica de Laguna Verde, después todas las empresas privadas y, por último, otras plantas de la CFE.
Ahora, con la resolución de la SCJN, primero se despachará la electricidad de la CFE y después seguirá la generada por las empresas privadas, sin importar los costos de la misma o lo contaminante de las tecnologías empleadas.
“En la realidad, quien pierde es México porque estamos discutiendo quién genera la energía, pero no el cómo la genera”, consideró el analista y experto Ramsés Pech.
“El 2022 será un año perdido para mejorar la calidad del sector eléctrico debido a que las empresas que están en el mercado y se sientan afectadas meterán amparos y controversias. Un punto que deberíamos ver no es quién genera —si privados o CFE— sino con qué tecnología genera y con qué materia prima”, detalló.
Además de los amparos y las disputas en los juzgados, algunas empresas querrán salir del mercado para no perder tiempo en litigios, ahora que el conflicto en Ucrania ha acelerado la transición hacer energías limpias en todo el mundo.
“La pregunta ahora es: ¿CFE tendrá el suficiente dinero para invertir en modernizar sus plantas de generación?”, cuestionó el analista.
Además, debido al incremento en los precios de los combustibles con los que genera electricidad la CFE —particularmente el gas que se ha publicado de 2021 a la fecha— será necesario canalizar una mayor cantidad de subsidios para que no se dispare el costo de la electricidad.
Es decir, se repetiría un escenario similar al de las gasolinas, donde el aumento en las cotizaciones del barril de petróleo —por arriba de los 100 dólares— están orillando al gobierno a subsidiar las gasolinas y exentar el cobro del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS).
Por Raúl Castro-Lebrija