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Pese a que los vínculos comerciales con Rusia y Ucrania no son representativos, el conflicto entre ambas naciones está impactando ya los ingresos públicos y la inflación de México, previamente perjudicados por la Pandemia.
BBVA Research advirtió en un análisis divulgado el martes que la escalada de precios en el mercado internacional de gasolinas, a consecuencia de la guerra, repercutirá en la recaudación del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) de gasolinas y diésel en México, con un desplome de -72.8%, a tasa trimestral.
El precio internacional de la gasolina convencional, referido por el alza de +33.3% en la cotización de gasolinas en la mayor economía mundial, Estados Unidos, propiciaría también, de manera inmediata, una caída adicional en la recaudación por el mismo concepto de -81.7% en el trimestre siguiente.
“En primera instancia, los mayores precios del petróleo están ayudando a las Finanzas Públicas (de México) pero las cotizaciones internacionales más altas de las gasolinas han eliminado la recaudación por IEPS (de) gasolinas y diésel ante la resistencia del gobierno federal a permitir incrementos de precios en el mercado nacional de las gasolinas”, sostuvo la firma financiera global.
Contrario a sus principales socios comerciales, EU y Canadá, el gobierno de México han determinado subsidiar las gasolinas en los últimos lustros, por lo que la recaudación ha sido negativa en dos periodos, entre el cuarto trimestre de 2005 y el mismo periodo de 2008, y entre el tercer trimestre de 2009 y el tercer trimestre de 2014.
Los analistas de BBVA Research Javier Amador y Arnulfo Rodríguez atribuyen la “resistencia” del gobierno federal a permitir hoy un incremento de precios “por la experiencia histórica” del llamado ´gasolinazo´ de enero de 2017, que provocó que el índice nacional de precios al consumidor descarrilara.
La presión mensual en el precio de los energéticos contribuyó a que la inflación anual al cierre de 2017, de +6.8%, colocara como la segunda más alta desde la adopción del régimen de inflación por objetivos del Banco de México (Banxico), solo abajo del nivel +7.4% del cierre del año pasado.
Amador y Rodríguez advierten que una mayor inflación impactará el ingreso disponible de los hogares mexicanos “de no verse compensado por aumentos en los salarios reales”.
Además, una postura monetaria más restrictiva, con una tasa de interés referencial de +8% al término del año para acotar los riesgos inflacionarios, limitará el crecimiento económico.
“De continuar esta resistencia del gobierno federal y las cotizaciones internacionales de las gasolinas en niveles similares a los actuales, la recaudación por IEPS gasolinas y diésel podría inclusive ser negativa en los siguientes meses”, sostuvieron.
Los analistas refieren que a la presión en la cotización de las gasolinas en los mercados internacionales se suman mayores precios internacionales de granos, metales y otras materias primas esenciales; “ello afectará tanto la inflación no subyacente como la subyacente”, anticipan.
En lo inmediato, el impacto económico para México derivado de la guerra ya está aquí, lo que se resiente en las cadenas de suministro de varias industrias, y en mayores precios de energéticos y materias primas.
“Si bien el mayor nivel anticipado para el precio del petróleo tendrá un efecto favorable sobre los ingresos públicos en 2022, la recaudación por IEPS gasolinas y diésel podría ser negativa de mantenerse la política de subsidiar el consumo de las gasolinas, para evitar otro “gasolinazo” y un mayor impacto inflacionario”, refrendan.